Carlos Riderelli, Director de de la Academia de Ciencias Aeronáuticas de la Universidad Técnica Federico Santa María, analiza la importancia de estos centros de control para la organización de la llegada de ayuda humanitaria en casos como el reciente terremoto ocurrido en Haití.
Aeronaves esperando por horas la posibilidad de aterrizar, miles de toneladas de ayuda humanitaria que no encuentran destino y decenas de vuelos desviados, son algunas de las consecuencias producidas por el severo daño sufrido por la torre de control del aeropuerto de Puerto Príncipe, Haití, luego del terremoto registrado en la nación caribeña.
“Más que el tema de aterrizaje propiamente tal, el problema al no contar con un centro de control de tránsito aéreo adecuado, es la administración del espacio aéreo, esto ya que en el aire las aeronaves viajan a altas velocidades, las que minimizan
el tiempo de reacción de los pilotos, haciendo muy peligroso el ingreso a un espacio aéreo sin una organización adecuada, incrementando la posibilidad real de que se produzca un accidente en vuelo”, señala Riderelli.
Hasta ahora ya son decenas los aviones de diversas partes del mundo que han tenido que ser desviados a República Dominicana o Cuba por la imposibilidad de aterrizar en la capital haitiana, Puerto Príncipe, alejando a especialistas, maquinaria y alimentos de quienes en estos momentos necesitan ayuda urgente.
“En este caso en especial (de Haití) no se contaba con la infraestructura necesaria para permitirles distribuir el tráfico aéreo de forma ordenada, aunque sea de forma manual, lo que impidió agilizar el arribo de la ayuda humanitaria de forma oportuna y óptima”, agrega el Director de la Academia de Ciencias Aeronáuticas.
Cabe señalar que personal militar de EE.UU. trabaja arduamente en habilitar los sistemas que permitan un correcto y seguro funcionamiento de la
terminal aérea. En tanto, las escasas operaciones que se realizan están siendo coordinadas desde países vecinos por las autoridades aeronáuticas correspondientes.
“Esta lamentable situación nos recalca la necesidad de contar con la infraestructura y profesionales adecuados para enfrentar situaciones de crisis, ya que no solo se trata de entregar autorizaciones para aterrizar, sino que pasa por gestionar las rutas, altitudes y diversos parámetros que aseguren un correcto y seguro arribo de las aeronaves”, puntualiza Carlos Riderelli.
ACA, formadora de profesionales del aire
Como lo señala el Director de la Academia de Ciencias Aeronáuticas (ACA), el contar con profesionales del aire altamente capacitados para sobrellevar diversos escenarios, tiene una importancia relevante para la gestión y la seguridad operacional en los Terminales aéreos, es por este motivo que la ACA, perteneciente a la Universidad Técnica Federico Santa María, lleva más de 10 años formando a profesionales y técnicos
de calidad, acorde con las exigentes necesidades del mercado aéreo.
“Nuestros Ingenieros en Aviación Comercial cuentan con la preparación necesaria para trabajar de manera óptima en el mercado aeronáutico, además tienen la capacidad de incorporar rápidamente conocimientos ligados al funcionamiento de los Centros de Control de Tráfico Aéreo, pese a no ser profesionales especialistas en este campo, teniendo como ejemplo claro varios casos de Ingenieros en Aviación Comercial que se desempeñan actualmente en estos Centros de Control Aéreo”, finaliza Riderelli.
Cabe indicar que la Academia de Ciencias Aeronáuticas ofrece las carreras de Ingeniería en Aviación Comercial, Piloto Comercial y Técnico Universitario en Mantenimiento Aeronáutico, además de su programa de Magíster en Ingeniería Aeronáutica y su Diplomado en Sistemas Aeroespaciales.
Fuente: UTFSM / Comunicaciones - 18/01/2010
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