Académico USM entrega sus pronósticos frente al nuevo lanzamiento de Apple

Académico USM entrega sus pronósticos frente al nuevo lanzamiento de Apple

Cuando hace unas semanas Apple hizo el escueto anuncio de que el 9 de septiembre tendría novedades que contar, de inmediato empezaron las especulaciones. No obstante, a un día de la esperada fecha, muchos dan por sentado que la compañía impulsada por el fallecido Steve Jobs no hará otra cosa que lanzar la nueva versión de su producto estrella: el iPhone 6.

Los entendidos en el negocio también comentan que, junto con la actualización del smartphone, presentarán al mundo iWatch, el reloj inteligente que vendría a sumarse a las apuestas similares de empresas como Motorola y Samsung.

El académico Werner Creixell, profesor de la carrera de Ingeniería Civil Telemática del Departamento de Electrónica de la Universidad Técnica Federico Santa María, pronostica que de ser ciertos los comentarios, la principal novedad que Apple tendría entre manos, más que el hardware de sus nuevos productos, debería ser el modelo de negocios que podría aportar.

“Aspectos como la mejoría de la pantalla, la batería y la capacidad de procesamiento no serían para sorprenderse, porque es lo lógico y es lo mínimo en una actualización de este tipo”, destaca, agregando que el iPhone 6, sin traer cambios revolucionarios en cuanto a tecnología, sí podría dar a conocer una apuesta interesante gracias a la inclusión de Near Field Communication (NFC), pues Apple estaría ya trabajando con American Express y Mastercard en una aplicación de pago que utiliza el teléfono móvil.

NFC es una tecnología de comunicación inalámbrica que, de forma similar al Bluetooth, permite intercambiar datos entre dispositivos, pero requiere de una cercanía mucho menor, de apenas unos centímetros. Esto agilizaría la operación, ya que no usa passwords y solo requiere acercar el celular al lector de pago.

“No es algo rupturista, porque los dispositivos de alta gama de Android ya lo tienen incorporado”, aclara el académico. “Pero lo interesante es que esto, en alianza con bancos y empresas podría generar un nuevo modo de pagar, generando transacciones mucho más rápidas; habría menos filas, por ejemplo, porque NFC acelera la transacción de forma significativa”.

Werner Creixell explica que hay iniciativas que proponen, hasta cierto monto de dinero, o número de compras en el día, no solicitar PIN al usuario. Las empresas, a su vez, se ahorrarían gastos en papel y hardware, siendo necesario solo un lector. “Sería atractivo para ambos lados”, asevera.

Hasta ahora, Apple solo contaba con Bluetooth LE, que permitía ahorro energético, “una tecnología muy buena para muchas cosas, pero que al demandar poca cercanía física, es menos ventajosa que NFC, que no requiere una intervención tan activa del usuario”.

Tal como sucedió con iTunes hace algunos años, cuando Apple reformuló el negocio de la descarga de música legal, esta nueva y esperada inclusión en el nuevo iPhone podría generar revuelo por su servicio asociado. “Es más importante incluso que el hardware, porque involucra los contratos y el modelo de negocios, de clientes y empresas, involucrando a bancos, fabricantes y compañías telefónicas”, recalca. “Es algo que Apple ha hecho siempre extraordinariamente bien; antes de iTunes, era impensado que actores grandes de distintos rubros se sentaran a conversar la posibilidad de hacer algo asociados, dejando de lado las reticencias. Apple, en ese sentido, podría volver a mostrar el camino de algo que todos saben que tarde o temprano va a pasar”.

El reloj del siglo XXI

Las conjeturas especializadas hablan de otro anuncio: el esperado iWatch, la respuesta de Apple a dispositivos similares de compañías como Samsung, Motorola y LG.

Se trata de un reloj inteligente que, según Werner Creixell, debería incluir instrucciones por voz, continuando con el eficiente funcionamiento de Siri. “Sony ya presentó hace poco una pulsera con activity tracker (cuenta pasos) que ocupa las órdenes por voz, incluyendo llamadas”, advierte. “Por ende, si Apple se ha caracterizado por su diseño estilizado y el apuntar a un público de elite, no pueden quedar atrás en otro de sus triunfos: la usabilidad. La tecnología del iPhone existía antes de que saliera el primero al mercado; el plus fue cambiar la experiencia del usuario”.

Por lo mismo, iWatch también debería apuntar a la comodidad de los clientes, logrando que tal como el mundo se acostumbró a las pantallas táctiles, el reloj pueda realizar acciones a través de movimientos determinados del brazo del usuario, muy intuitivos. Y al ser un dispositivo que cabe en el grupo de los llamados wearable devices –tecnología que se lleva casi como ropa en el cuerpo–, debería aprovechar ese contacto con la piel para entregar otros servicios.

“Generalmente, este tipo de relojes tratan de colocar el teléfono en la muñeca y personalmente pienso que es una perspectiva errada”, opina el experto. “No han tenido los resultados esperados, porque no se ha entendido que el reloj es un dispositivo aparte, con otras potencialidades, distintas a las del teléfono. Si tiene contacto con la piel, debería ser capaz de medir signos vitales, como el pulso, el nivel de azúcar en la sangre, la presión arterial, etc. En otras palabras, al ser un producto caro, el usuario debe estar realmente convencido de las ventajas que le reporta para sentirse atraído y comprarlo”.

Fuente: UNIVERSIDAD TECNICA FEDERICO SANTA MARIA / Comunicaciones - 08/09/2014