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DIRECCIóN GENERAL DE COMUNICACIONES | 2013

USM distingue la labor del profesor Mario Salgado

Académico del Departamento de Electrónica, fue reconocido por su destacada trayectoria en docencia e investigación. Además, tras 40 años de servicio deja su cargo.

USM distingue la labor del profesor Mario Salgado
Comunicado de prensa

USM distingue la labor del profesor Mario Salgado

Con la presencia de las más altas autoridades, profesores y alumnos, el Departamento de Electrónica de la Universidad Técnica Federico Santa María distinguió la destacada trayectoria en docencia e investigación del profesor Mario Salgado, quien además deja su cargo de académico, tras cuarenta años de servicio y casi cincuenta desde su ingreso como estudiante.

El profesor Salgado, quien recibió un galardón por parte del Rector José Rodríguez, ingresó a la institución en 1964, como alumno de la Escuela de Técnicos e Ingenieros, para luego continuar desarrollando su carrera académica. Tras haber obtenido su título de Ingeniero Civil Electrónico, en 1974, obtiene el grado de Magíster en Sistemas de Control en el Imperial College of Science and Technology de Londres y luego, en 1989, el de Doctor en Ingeniería Electrónica en la Universidad de Newcastle, Australia.

Según se destacó en la ceremonia, el exdirector del Departamento de Electrónica personificó en sus años de estudiante la figura del “Desvalido Meritorio”, quien, con el tiempo, alcanza el más alto grado del saber humano. Cuenta con tres libros y 35 artículos publicados, además de participar en decenas de conferencias a nivel nacional e internacional. Fue valorada también su labor como profesor, obteniendo siempre las más altas evaluaciones en la encuesta docente y siendo reconocido también como Maestro de Excelencia, los años 2007, 2008 y 2011.

Última clase

En la ocasión y frente a distintas generaciones de sus estudiantes, amigos y colegas, Salgado ofreció su última clase. “Quiero ser consecuente con lo que siempre proclamé: la honestidad intelectual antes que todo, la independencia de juicio” destacó emocionado, añadiendo también que “a medida que uno envejece es más prudente y la aspereza de la lengua se suaviza; porque también, uno sabe, que una cosa es el rigor intelectual y otra, la emoción y el sentimiento”.

“Llegué con mucha incertidumbre a esta universidad, porque no sabía con qué me encontraría. Tenía la confianza que otorgaban los buenos resultados obtenidos en el colegio y lo primero que encontré fue a muchos como yo. En ese tiempo, la Casa Central recibía a 90 estudiantes en todas las especialidades en ingeniería. Sin embargo, la primera lección que recibí en esta Universidad fue una de humildad y un golpe al ego. La primera evaluación que obtuve fue catastrófica e hice lo único que podía hacer, dedicarme más y más. Y es eso, lo que le digo a mis alumnos. Nos hay más alternativas, ni atajos para el esfuerzo”, sentenció.

Asimismo, el académico destacó que “la labor de un profesor transciende a la sala de clases y lo estrictamente técnico. De los profesores que tuve, aquellos que me inspiraron más, fueron los que tenían una preocupación directa por lo que uno era como persona y si trato de recordar siempre el nombre y el apellido de mis alumnos, es precisamente para hacer sentir que cada uno de ellos es un persona especial y distinta”.


Fuente: DIRECCIóN GENERAL DE COMUNICACIONES / Universidad Santa María - 02/04/2013


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