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UNIVERSIDAD TECNICA FEDERICO SANTA MARIA | 2011

Expertos internacionales analizaron los desafíos de las grandes ciudades en la USM

Académicos como Günter Mertins (Alemania) y Carlos Llop (España) vinieron a exponer sobre temas como la territorialidad, las ciudades dentro de las ciudades y el regreso a lo local y la unión de los barrios.

Expertos internacionales analizaron los desafíos de las grandes ciudades en la USM
Comunicado de prensa

Expertos internacionales analizaron los desafíos de las grandes ciudades en la USM

La nueva territorialización de las ciudades latinoamericanas, donde se configura una nueva informalidad y donde el desarrollo puede minar la importancia de lo local fueron algunos de los temas expuestos por los expertos internacionales invitados a la Pre- Conferencia UGI Valparaíso “Megaciudades: Fenómenos Informales Clásicos en la Megaciudad Latinoamericana”, organizada conjuntamente por el Departamento de Arquitectura de la Universidad Santa María y la Comisión Megaciudades de la Unión Geográfica Internacional (UGI).

El encargado de dar el vamos a la actividad fue Günter Mertins, director de la Comisión Megacity

Taskforce de la UGI y profesor titular de la Universidad Phillips de Marburg (Alemania). Con una clase magistral en torno al tema, profundizó en las nuevas configuraciones de la informalidad, que hoy va más allá de barrios y trabajos de este tipo, observándose también en aspectos como la corrupción, el clientelismo y la nueva territorialización.

Según Mertins, hoy la delincuencia, por ejemplo, ha provocado la aparición de ciudades dentro de las ciudades, con sus propias normas, fenómeno que se observa con otros matices en las comunidades privadas.

“Muchas veces grupos de la sociedad civil toman el poder, entre comillas, como una cierta forma de autoayuda, para proveer, iniciar o gestionar procesos que el gobierno o la administración oficial, por varias razones, no puede o no quiere brindar, o si lo está haciendo, es con retraso muy grande o en forma corrupta”, explicó tras su exposición. En el caso de los grupos privados, “toman más responsabilidades, pueden actuar de forma más rápida y

eficaz a través de contratos de este tipo. Es una consecuencia obvia también de las políticas neoliberales que están a favor de las acciones privadas, lógicamente con una cierta rigidez”.

Todo esto desemboca también en el ambiente de los niños y adolescentes. “Ellos no salen, tienes sus colegios adentro y no saben quizás cómo se educan otros niños en los colegios o escuelas públicas, que son totalmente diferentes”, subrayó. “Se pierde el conocimiento sobre una sociedad mixta: tal vez a los 20 años de edad ya saben, pero con 13 o 14 años prácticamente no salen de ahí, a menos que lo hagan en transporte vigilado a las discotecas, que no siempre están fuera de su área tampoco. Es una forma de vivir en un cierto aislamiento social”.

Es por eso que el académico llamó a preguntarse de qué manera la nueva informalidad podrá sustituir las funciones de las políticas formales en las nuevas megaciudades.

La calle y la plaza

Por su parte, Carlos Llop, director del Departamento de Urbanismo y

Ordenación del Territorio de la Universidad Politécnica de Cataluña, viene a exponer sobre el concepto de ciudad mosaico territorial.

“Tenemos ciudades desmesuradamente grandes y así las imaginamos, pero en realidad la percepción de la gente tiene que ver con su barrio, con la escala más concreta del lugar donde habita, las relaciones con su gente”, argumentó. “Desde mi punto de vista, el sentido de las megaciudades es analítico, para expresar que puede ser un gran desastre que el mundo se urbanice y organice desarrollándose en base a grandes megalópolis que pierdan este contacto entre personas, el flujo de contacto en todos los niveles”.

Por eso su modelo interpretativo plantea “volver a la confederación de barrios, la unión de piezas de distinto tamaño donde habita gente”, manifestó, destacando que puede aplicarse tanto a una comunidad rural en crecimiento como a una gran metrópolis. Según sus palabra, no se trata de enfatizar el valor de lo grande, “sino de lo significativo y lo útil, por

lo tanto del barrio, de la calle, del mercado y los sitios de encuentro, tratando de preocuparse más de estos lugares, donde la movilidad de las personas para ir a trabajar o comunicarse y tener actividad ociosa sirva para generar nuevas formas de vida, tanto en lo productivo como en lo ocioso, tanto en lo intelectual como lo cultural más tradicional”.

Para Llop, una ciudad requiere de tres cosas: habitabilidad, actividad y movilidad, además de un factor clave, la organización. “El reto de un mundo y de poblaciones que crecen es que el acceso a los servicios y los elementos básicos sea tremenda y democráticamente sociabilizado”, sentenció. “Y para ello se necesita de un nivel de organización, lo que quiere decir aprovechar los recursos, ser capaces de generar talentos, nueva inteligencia, y permitir que esta no sea para unos cuantos elegidos, sino que se socialice entre las grandes masas de población, para que realmente no hablemos de números, sino de personas y protagonistas”.


Fuente: UNIVERSIDAD TECNICA FEDERICO SANTA MARIA / Comunicaciones - 15/11/2011


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