José de la Vega, profesor del Departamento de Electrotecnia e Informática de la Sede Viña del Mar de la USM, apunta a falta de inversión en el control y transmisión de la energía, situación en la cual el Estado ha carecido de fiscalización.
El apagón o blackout que afectó a cinco regiones del país el sábado recién pasado levantó inmediatamente polvareda. Y las voces críticas concuerdan en que el actual sistema eléctrico del país sufre de una extrema vulnerabilidad, al cumplir a cabalidad sólo con la generación y la distribución energética.
Pero el paso intermedio, la transmisión, es el que está al debe según José de la Vega, docente del Departamento de Electrotecnia e Informática de la Sede Viña del Mar de la Universidad Técnica Federico Santa María. En su opinión, “el sistema está semicolapsado por la demanda de energía que hay
y prácticamente cualquier aumento extra que haya, producto de una caída de una central, puede provocar el problema de un blackout”, asegura.
“Los sistemas de autocontrol del sistema no operaron como corresponde, de tal manera de que se fueran aislando las conexiones sin que se derribara todo el sistema”, opina, agregando que será la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) la que deberá investigar y determinar si fue realmente una falla de generación o transmisión.
Este último aspecto, sumado al control, es la clave para el experto. “Hay que invertir en ambos y disponer de fuentes de respaldo, porque el sistema está muy vulnerable, debido a que no se han hecho mayores inversiones en ninguna de las dos áreas”, recomienda, especificando que hasta ahora todos los esfuerzos han sido enfocados en la primera parte de la cadena, la generación eléctrica.
Mayor fiscalización
Para el docente, mejoras tecnológicas asociadas al Centro de Despacho Económico de Carga (Cdec) –
licitado en U$900 millones– son fundamentales para revertir las falencias del sistema. “Ahí es justamente donde hay que hacer más inversiones”, subraya, “pues en las actuales condiciones en cualquier momento podemos estar sujetos a un problema similar al ocurrido”.
La eventual interconexión del Sistema Interconectado del Norte Grande (SING) con el Sistema Interconectado Central (SIC) no entrega tampoco garantías seguras. “El SING hoy también está sobrecargado por el consumo de las compañías mineras. Y por esta razón, esas compañías están generando prácticamente sus propias centrales, para no caer en estos problemas”.
Asimismo, apunta a otra hipótesis respecto al reciente apagón: la mantención. “El hecho de que falle un transformador por estar recibiendo un despacho de carga puede deberse a problemas de mantenimiento”, argumenta. “Una posibilidad ante eso es que no se estén realizando las mantenciones preventivas en los plazos que corresponden, porque son lógicamente las que evitan que sucedan
este tipo de cosas. Y en parte eso es también un asunto de fiscalización, porque habría que verificar que las mantenciones se están realizando adecuadamente, tanto en las líneas como en los centros de despacho”.
Ante esto, opina que, en general, el Estado no ha sido lo suficientemente enérgico al exigir las medidas de seguridad correspondientes. “Varios gobiernos han pasado por La Moneda y el Estado siempre se mantiene como un ente observador, más que proactivo”, expresa. “Hay más que pasividad en eso; de hecho, todavía se discute qué matriz energética debiera tener Chile y la situación continúa siendo la misma. Entonces yo diría que el Estado no está cumpliendo con su rol fiscalizador”.
Fuente: UNIVERSIDAD TECNICA FEDERICO SANTA MARIA / Comunicaciones - 27/09/2011
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