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UNIVERSIDAD FEDERICO SANTA MARíA | 2009

“El 2009 será un año económicamente perdido”

Walter Fraser, académico del Departamento de Industrias de la Universidad Santa María, asegura que aún no es posible determinar si en Chile la crisis se profundizará, pero confía en que los efectos seguirán siendo “manejables”.

“El 2009 será un año económicamente perdido”
Comunicado de prensa

“El 2009 será un año económicamente perdido”

Chile posee una de las economías más abiertas del mundo, por lo que pensar que una situación global como la crisis de la que hemos sido testigos el último tiempo, no nos afectaría, era simplemente imposible. De hecho, hasta ahora las consecuencias se han percibido en el aumento significativo del desempleo, la disminución de los proyectos de inversión, y una importante pérdida de dinamismo en el sector de la construcción. Pero no se sabe si eso es todo o todavía falta más.

Y tampoco hay cómo saberlo con precisión, ya que las aguas de la economía siguen estando turbulentas. Así lo confirma el economista y académico del

Departamento de Industrias de la Universidad Técnica Federico Santa María, Walter Fraser, aunque está seguro de que al menos en nuestro país, los efectos seguirán siendo “manejables”. “Las medidas que ha tomado el Gobierno son razonables y oportunas. Estoy convencido de que la crisis la pasaremos relativamente rápido, pero evidentemente con costos, y los más fuertes seguirán ligados al desempleo, que es lo primero que reacciona y lo más dramático, porque afecta directamente a la familia, a las personas. Es una situación casi imposible de evitar”, comenta el experto.

“Hasta mitad de año la situación no va a tener grandes variaciones”, agrega. Es que en general, las predicciones para este 2009 no son muy buenas. “Ellas van desde caídas de un 0,5% en el PIB hasta incrementos de un 1%, datos que muestran una situación de estancamiento en nuestra tasa de crecimiento. Toda recuperación la veremos recién el 2010. Pienso que éste será un año perdido”, dice.

En todo caso, Fraser asegura que aun cuando

la situación recrudeciera, “nosotros podemos ‘sacarla barata’ en relación a otros países, porque tenemos ciertas fortalezas para hacerla manejable. Chile ha estado usando una política contracíclica, utilizando tanto variables de política fiscal como de política monetaria. La primera se ha manifestado a través del diseño de un plan de Gobierno para financiar obras públicas y subsidiar a los sectores más pobres de la población, utilizando recursos provenientes del Fondo de Estabilización del Cobre, el que se ha conformado con los excedentes acumulados de los períodos de bonanza en el precio del mineral. Es decir, es un financiamiento sin endeudamiento. Por otra parte, la política monetaria ha actuado a través del Banco Central, el cual ya en dos ocasiones ha reducido muy agresivamente la tasa de política monetaria, disminuyendo significativamente el costo del crédito. Pero una cosa es que se implementen medidas y otra es el tiempo que éstas demoran en hacer efecto, particularmente en el caso de los efectos

esperados de la reducción de la tasa de interés”, explica.

A ello se suman los efectos favorables del tipo de cambio, el que actualmente se encuentra en niveles competitivos, “lo que implica un efecto positivo para nuestras exportaciones y no nos encarece tanto las importaciones, lo cual sí podría tener un efecto sobre la tasa inflacionaria, que es una consecuencia no deseada que se quiere evitar”, comenta.

Sobre qué hacer para enfrentar el momento, el académico asegura que la gente “ya lo intuye. Y así se reflejó en el verano, cuando muchas personas evitaron tomarse vacacionas caras en el extranjero y optó por lugares dentro del país. La gente fue cautelosa y prefirió gastar menos, que es lo que uno está observando en todas las familias y que es una recomendación general. Eso explica también por qué se venden menos casas y autos. Pero todos esos consumos que la población pospone en base a los análisis basados en el temor, afectan la demanda de una serie de artículos, causando un efecto que a

nivel global tampoco es bueno, pues al venderse menos se necesita producir menos y ello finalmente redunda en desempleo y se entra en un espiral de caída”.

Finalmente, Fraser acota que “actualmente hay algunas cosas buenas para nosotros: el precio del cobre se ha recuperado en parte y ha habido un repunte de la demanda de China. También es favorable que el precio del petróleo haya caído a los niveles que está hoy. Hay algunas luces en las tinieblas que son positivas, pero si estamos saliendo de la parte oscura del túnel, es aventurado decirlo todavía”.


Fuente: UNIVERSIDAD FEDERICO SANTA MARíA / Dirección General de Comunicaciones - 17/04/2009


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