Las “casas inteligentes” ya son una realidad

Las “casas inteligentes” ya son una realidad

Pasar de una casa normal, en que muchas tareas domésticas deben ser hechas de manera presencial, a una vivienda en que el apagar las luces, controlar cámaras de seguridad, programar la calefacción y hasta regar sean actividades que puedan realizarse automáticamente y controladas vía remota son los beneficios que supone la domótica. Consiste en la automatización de muchas de las labores propias de una vivienda convencional, mediante el uso de aparatos que pueden ser controlados a través de una conexión de red.

Según Milan Derpich, profesor del Departamento de Electrónica de la Universidad Santa María, todo lo que la

domótica permite realizar en las condiciones actuales ya ha sido hecho. Sin embargo, “es posible que veamos mayores cambios en los próximos años debido a dos factores nuevos: por un lado, la omnipresencia de redes de datos inalámbricas en los hogares así como la próxima incorporación de interfaces de comunicación a través de los cables de poder (como HomePlug) que hará más fácil conectarse con los aparatos”.

Además, Derpich afirma que la creciente necesidad de ahorrar energía en los hogares y la posible instauración en el futuro de tarifas eléctricas variables hora a hora daría un impulso a la automatización de las tareas domésticas ya indicadas. “Numerosos gobiernos, empresas y universidades trabajan en la actualidad concibiendo este nuevo paradigma conocido como \"Smart Grids\", señala. Lo anterior se complementa con el funcionamiento de electrodomésticos de alto consumo como lavadoras y secadoras de ropa que, en otros países, ya vienen con esta tecnología.

Sin embargo, añade que “en mi

opinión muchas de las ideas que se promueve en relación a en las casas inteligentes -y que no vemos comúnmente a nuestro alrededor-, no van a ser adoptadas masivamente en el mediano plazo. No todo lo que la tecnología pueda hacer por nosotros resulta deseable o conveniente en lo cotidiano. Por ejemplo, Derpich indica que “activar la cafetera en nuestra cocina desde el celular al volver del trabajo puede parecer atractivo, pero si Ud. es alguien que necesita ahorrarse esos tres minutos, ¿será capaz de dejar su cafetera lavada y cargada al salir de casa cada mañana?”.

El investigador advierte que “el punto es que todos hacemos, conscientemente o no, un análisis de costo/beneficio al incorporar tecnología en nuestras vidas. Y el resultado de este análisis suele dejar en desuso mucha de la tecnología disponible. Sin ir más lejos, ¿Conoce a alguien que sepa manejar todos los botones y funciones de su horno microondas? Yo no”.

Fuente: UTFSM / Comunicaciones - 27/04/2011