Ante la onda polar que por estos días invade la zona centro-sur del país, el experto de la Universidad Santa María, Jaime Espinoza, realiza recomendaciones para evitar que el frio se apodere de hogares, oficinas y otro tipo de edificaciones.
Jaime Espinoza, Director del Centro de Innovación Energética (CIE) de la Universidad Santa María entrega importantes consejos centrados en la eficiencia y la disminución de los costos de los sistemas de calefacción para impedir que las bajas temperaturas que invaden a la zona centro y el sistema frontal que afectará desde La Araucanía a Aysén se lleve el calor de las diversas viviendas del país.
El mercado actual ofrece variados sistemas de calefacción, los cuales utilizan diferentes combustibles para su funcionamiento. Para orientar a los usuarios y compradores, el experto de la USM realiza una práctica comparación de éstos.
n“La parafina, por su bajo costo comparativo y eficiencia es uno de los combustibles más utilizados en los hogares chilenos. Sin embargo, ésta presenta algunas desventajas importantes. En primer lugar, es contaminante y presenta cierto grado de toxicidad que puede, incluso, llegar a provocar alergias e intoxicaciones. La parafina tiene un mayor porcentaje de hidrógeno que otros combustibles líquidos, lo que incide en un mayor aporte de humedad al ambiente, contrario a lo que se desea en invierno, denominado hogar seco. Y, a esto se suma que su manipulación es la más riesgosa. Los incendios por derrames en el momento del vaciado o por contacto de la mecha con objetos inflamables son muy frecuentes”, explica.
“Por otro lado, el gas es muy eficiente y tiene una adecuada relación beneficio/costo en relación al valor del gas versus el calor producido. Éste es poco contaminante, dependiendo del mantenimiento del equipo, y no tiene más riesgos para la salud que los causados por el mal estado de los equipos
y accesorios o por una inadecuada manipulación. No obstante, cada sistema de calefacción a gas presenta sus pro y contra en relación a si tiene descarga al interior o no del hogar, el costo del consumo, al suministro y al almacenamiento de los balones”, señala.
“La más cara de las opciones pero mucho más cómoda y segura es la electricidad. Ésta es una energía limpia, segura y que no presenta problemas de almacenamiento, con suministro permanente e inmediato y con opciones de muy buen control. El mercado ofrece varios modelos de estufas y calefactores, por ello es recomendable preferir los del tipo termoventiladores o convectores eléctricos porque el calor se reparte más rápido y se puede ajustar muy bien con un termostato. Además se puede dejar funcionando en la noche sin riesgo y el mayor costo mensual no es notorio”, puntualiza Jaime Espinoza.
El Director del CIE-USM sostiene que “uno de los combustibles más comúnmente utilizados es la leña; pero instalar una chimenea es caro y requiere de
un espacio suficientemente amplio, tanto para el aparato como para la leña. Su combustión es altamente contaminante si la leña está húmeda, por lo tanto es importante revisar si está certificada. Existen ya calefactores a pellets, donde se han solucionado varios problemas, entre ellos el control automático de alimentación y la baja humedad del producto”.
Finalmente, Espinoza señala que la necesidad de calefaccionar se debe “porque el hogar está perdiendo calor; entonces hay que revisar por donde se produce la fuga, ya sean infiltraciones en puertas y ventanas, aislación en entretecho, entre otros. Evaluar la instalación de doble vidrio o termopanel, es una buena opción, ya que se podrá notar claramente la calidez del hogar”.
Fuente: UTFSM / Comunicaciones - 07/07/2010
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