Coca-Cola Zero te descubre la verdad sobre el egoísmo de los gatos

Coca-Cola Zero te descubre la verdad sobre el egoísmo de los gatos

Los perros y gatos cada vez están menos de moda. Ya no gustan tanto como antes. Han dejado de tener atractivo como mascotas. Ahora lo que se lleva es lo exótico. ¿Qué mola más una serpiente pitón albina de 4 metros o un dulce perrito? ¿Una tarántula cabreada, como la de Leonardo Raya o un corriente gato? La gente ya no quiere animales de compañía, quiere presumir de mascota insólita.

Pero dejando al margen a toda esta serie de animales raros, lo cierto es que la mayoría de hogares que tienen mascotas aun se siguen decantando por perros o gatos. Al fin y al cabo ambos dan un contacto más cercano, no son peligrosos, no es necesario meterlos en jaulas y aportan alegría al hogar.

Está claro que los perros siempre ganarán en simpatía a los gatos. Su buen corazón, su fidelidad absoluta al amo, su carácter entusiasta y alegre se contrapone profundamente con la introversión de los felinos. Pero ¿los gatos son realmente tan egoístas como parece? Este mito y otros bulos y leyendas urbanas de todo tipo son analizados en la sección de historias auténticas de Coca-Cola Zero.

Muchos listillos se atreven a afirmar que los gatos son unos auténticos egoístas, taimados, solitarios, con mal carácter, interesados e imprevisibles. Pero la verdad es que los últimos estudios científicos sobre el carácter de los gatos arrojan conclusiones realmente interesantes y desmitifican algunos comportamientos de los gatos

Por ejemplo, para entender el carácter tan peculiar de un gato de hoy en día, antes es necesario conocer cómo influyó su comportamiento en el medio natural miles de años atrás cuando vivía en estado salvaje y por supuesto no dormía bajo el techo de un piso en una gran ciudad. Esa herencia genética psicológica se ha perpetuado hasta la actualidad, de forma que el gato siempre será un animal que está alerta las 24 horas del día por su pasado depredador. Eso les hace ser más activos de noche, porque las condiciones son más idóneas para la caza. Son ágiles, de movimientos rápidos y silenciosos para asegurarse el éxito de su cacería.

Algunos listillos pensarán que ahora los gatos no necesitan cazar porque sus dueños les dan cobijo, un cajón de arena y comida de sobra. Y es cierto. Pero también lo es que esa herencia genética de la que hablábamos, ahora se ha convertido más que en necesidad, en un divertido hobby para un aburrido y ocioso gato de ciudad. De forma que su estilo de vida es dormir durante el día y pasear durante la noche para ejercitar su variado repertorio de movimientos y saltos imposibles.

Fuente: IPROSPECT / Publicaciones Online - 21/11/2013