La ausencia de políticas de transporte coherentes y el alto costo que significa la puesta en marcha de un proyecto de este tipo, han demorado su construcción, según explica Sergio Carmona, Jefe de Carrera de Construcción Civil.
El alto costo y la falta de políticas de transporte y desarrollo urbano coherentes, son a juicio de Sergio Carmona, Jefe de Carrera de Construcción Civil de la Universidad Técnica Federico Santa María, algunos de los impedimentos que demorarían la puesta en marcha definitiva del proyecto que busca rehabilitar la vía ferroviaria entre Valparaíso y Santiago, para así conectar ambas comunas mediante un ferrocarril de alta velocidad.
Según detalla el académico, el trazado ferroviario existente entre Santiago y Valparaíso tiene una extensión de 186 kilómetros, casi el doble que la ruta 68 (de 110 km) y si bien, este recorrido tan extenso permitió el desarrollo comercial del Valle de Aconcagua, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, siempre ha estado presente la idea de contar con un trazado más directo, con menos curvas y pendientes más adecuadas para trenes rápidos.
“A inicios del siglo XX, se propuso un trazado por Casablanca, pero por su alto precio se prefirió electrificar la ruta existente, lo que redujo los costos y disminuyó los tiempos de viaje. Años después surgieron otros proyectos, como La Dormida, el que a partir del trazado actual uniría Villa Alemana con Til Til, o Lipangue, con un trazado completamente nuevo a Santiago por Casablanca y Curacaví, incluyendo una estación en el aeropuerto. Sin embargo, los altos costos de construcción han frenado sistemáticamente estas iniciativas”, explica.
Asimismo, precisa el académico, en los últimos meses la Empresa de Ferrocarriles del Estado ha puesto en marcha algunos proyectos ferroviarios tendientes a fortalecer los servicios suburbanos de Santiago, Valparaíso y Concepción, existentes. Sin embargo, un tren de alta velocidad entre Valparaíso y Santiago, parece no estar en los planes de la EFE, pero si en la mente de privados que ven la posibilidad de ejecutar un proyecto de esta envergadura por la vía de las Concesiones.
“Es probable que los estudios de factibilidad económica nuevamente no sean favorables para este proyecto. No obstante, la rentabilidad social puede ser significativamente alta, considerando la imperiosa necesidad de frenar el crecimiento del Gran Santiago, mejorar la calidad de vida de cientos de personas que a diario viajan a trabajar a la Capital y reducir la congestión de las carreteras. En este caso sería necesario subsidios estatales fuertes, como los que recibe anualmente el transporte público de Santiago, para permitir tarifas competitivas con el transporte carretero”, detalla.
Carmona sostiene también que “un mega proyecto como este, debe mirar hacia el sur, y proponerse como un gran eje Valparaíso – Santiago – Concepción, lo que permitiría mejorar considerablemente la conectividad entre los tres centros más poblados del país, fortaleciendo el desarrollo Regional”.
Fuente: DIRECCIóN GENERAL DE COMUNICACIONES / Universidad Santa María - 26/06/2013
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