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DIRECCIóN GENERAL DE COMUNICACIONES | 2012

Académico de la USM analiza el impacto económico de la comercialización del litio

Javier Scavia, profesor del Departamento de Industrias, destacó que presenta importantes diferencias en lo que se refiere a ganancias e inversión, según se trate de un commodity o como producto elaborado.

Académico de la USM analiza el impacto económico de la comercialización del litio
Comunicado de prensa

Académico de la USM analiza el impacto económico de la comercialización del litio

Un impacto sumamente dispar presentaría en la economía local la comercialización del litio, tanto en lo que se refiere a ganancias como en las necesidades de inversión para la obtención de éstas, según explica Javier Scavia, académico del Departamento de Industrias de la Universidad Técnica Federico Santa María, quien también analizó las expectativas de crecimiento de su mercado, tanto a corto como a mediano plazo.

Según detalla el académico, “Chile produce el 40% del litio a nivel mundial y con la implementación de Contratos Especiales de Operación de Litio (CEOL), que permitirán abrir licitaciones para la

explotación de 100 mil toneladas del mineral, durante 20 años, se espera recaudar del orden de 350 millones dólares por cada proyecto, un 7% de las ventas, cifra bastante menor a la que se obtiene por los ingresos fiscales del cobre, estimados para este año en alrededor de 11.400 millones de dólares, es decir, un equivalente a la aprobación de aproximadamente 30 proyectos de extracción de litio”.

Esto quiere decir, precisa Scavia, que la superioridad del cobre en la economía nacional aún tiene largo aliento. “Las reservas de litio se estima que duren varios cientos de años más, mientras que las de cobre unos 150. Esto implica, que el precio del metal rojo y no del litio es el que va a subir, por lo tanto, en términos de valor commodity, el cobre es bastante más relevante que el litio”, precisa.

Por otra parte, añade, “la inversión necesaria para su explotación como commodity es bastante menor en requerimientos que la del cobre, independiente que quien la realice sea un

público o un privado. Este escenario cambia cuando se trata del producto elaborado. Si consideramos que una batería de auto, cuyo precio de mercado está entre los 10 mil y 20 mil dólares en la actualidad y se calcula que para el 2010, al menos el 20% del parque automotor será de autos híbridos y eléctricos, entre el negocio del commodity y el producto elaborado es tan grande que ni siquiera cabe duda donde hay que hacer esfuerzos públicos o público-privado para realizar una inversión muy rentable”.

Expectativas de crecimiento

Scavia destaca que, según los cálculos hechos por expertos, se habrían vendido unos 100.000 vehículos eléctricos a nivel mundial en 2011, los que habrían requerido un total de 3.300 toneladas de carbonato de litio equivalente, mientras que en 2025 las cifras ascenderían a 6 millones de vehículos y 180.000 toneladas de carbonato de litio equivalente.

Asimismo, destaca que “hay quienes temen que la sobreproducción que se observa

en el mercado perjudique a algunos productores en un futuro cercano. Hasta ahora el litio sólo es explotado en Chile por dos empresas: Soquimich y la Sociedad Chilena del Litio (SCL), ambas con un contrato para explotar el mineral entregado por el Estado según cuotas de producción que deberían finalizar entre 2030 y 2040. De mantenerse las tendencias en la demanda y suponiendo el éxito del mecanismo de licitaciones (unas 40 empresas han adquirido hasta ahora las bases para la licitación), es de esperar un crecimiento explosivo del sector, tanto a corto como mediano plazo, asunto con el cual hay que tener cuidado tomando en cuenta los riesgos de la sobreoferta mencionados anteriormente”.

Privatización

Sobre que implicaría privatizar este recurso, el especialista precisó que se debe tener cuidado con el uso de esta palabra cuando en realidad se está estableciendo un mecanismo de licitación. “Si el mecanismo está bien diseñado, éste puede ser sumamente eficiente a la hora

de asignar recursos, desde una perspectiva descentralizada y evitando los problemas de colusión, particularmente importantes en el caso de ofertas repetidas por parte del gobierno”.

Asimismo, explicó que “las licitaciones se usan para vender y comprar bienes y servicios o para adjudicar contratos, en este caso, de explotación de litio. Uno de los argumentos para usarlas es que el que licita no conoce con seguridad las características del negocio. Luego, la pregunta clave es: ¿conoce el gobierno realmente este negocio? Mirando algunas declaraciones pareciera ser que algunos actores involucrados así lo creen. Sin embargo, creo que este no es el punto más importante en el debate. Dadas las abismantes diferencias entre las ganancias de comercializar el producto como commodity versus como producto más elaborado, el tema es si Chile posee algún tipo de ventaja comparativa para embarcarse en el negocio tecnológico asociado al litio, o bien más dinámicamente, cuánto costo estaríamos dispuestos a

pagar por alcanzar en el mediano plazo a economías que ya han desarrollado esta industria”.


Fuente: DIRECCIóN GENERAL DE COMUNICACIONES / Universidad Santa María - 18/07/2012


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