Pablo Prieto, profesor de la carrera de Ingeniería en Diseño de Productos (IDP) de la Universidad Santa María explica los beneficios y grandes potencialidades del desarrollo de prototipos rápidos.
El modelado por deposición fundida o más conocido como impresión 3D, es la nueva moda tecnológica. Desde 350 mil pesos se puede adquirir una de las máquinas que permiten tanto a profesionales del diseño como a personas comunes y corrientes, imprimir productos funcionales para cualquier necesidad cotidiana.
“Hoy en día, normalmente en el mundo de la ingeniería, arquitectura y diseño, los profesionales ya manejan ciertos softwares que permiten modelar objetos en un computador y fabricarlos. Pero las personas que no tienen esas habilidades pueden bajar archivos desde Internet como piezas para armar robots, juguetes, repuestos de auto, etc.”, comenta Pablo Prieto, profesor de la carrera de Ingeniería en Diseño de Productos (IDP) de la Universidad Técnica Federico Santa María.
Uno de sus aspectos positivos es el factor medioambiental, puesto que este tipo de impresora 3D no gasta más energía que una plancha o un secador de pelo. Así también, existen dos tipos de materiales que se pueden utilizar, el ABS y el PLA, el segundo posee la característica de ser biodegradable. Si bien es cierto, tienen propiedades mecánicas diferentes, la elección depende del propósito de la pieza y los valores son bastante similares.
Por el contrario, un inconveniente es la fabricación de armas de fuego y productos que puedan dañar al ser humano. “Una de las grandes ventajas puede ser una de sus grandes desventajas. Se pueden encontrar armas en Internet y fabricarlas en horas siendo totalmente operativas. El acceso a una máquina de prototipo rápido, que en general tiene un 99% de usos positivos, siempre va a tener aspectos negativos como en todas las nuevas tecnologías”, explica el profesor.
El modelado por deposición fundida que se puede utilizar en cualquier hogar, es solo una de las tecnologías que existen en materia de manufactura aditiva, se pueden fabricar piezas metálicas, cerámicas, de concreto, entre otras, con distintos grados de resolución.
La manufactura aditiva, que originalmente se creó para generar repuestos para los portaviones militares, hoy se utiliza en diversos campos como la creación de prótesis médicas para operaciones, construcción de muebles y accesorios, entre otras.
“Es una realidad que nos permite fabricar cosas en el escritorio de nuestra oficina, las posibilidades son ilimitadas y el potencial es enorme. Puedo depositar cualquier material con la densidad adecuada e incluso puedo fabricar alimentos perfectamente comestibles”, destaca el académico.
Cada vez son más los rubros que se benefician y experimentan con el modelado por deposición fundida, y se proyecta que las impresoras 3D serán capaces de fabricar módulos habitables, reduciendo los costos de producción y revolucionando la industria de la construcción.
Fuente: UTFSM / Comunicación - 22/04/2014
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