Pedro Candel es el nuevo miembro del Consejo Superior en representación de los Exalumnos del Plantel: todo el proceso eleccionario se realizó de modo virtual, en un trabajo inédito de la Dirección de Tecnologías de Información (DTI), respaldado por la Secretaría General.
Pedro Candel, Ingeniero Civil Electrónico y profesor del Departamento de Informática de la Universidad Santa María, fue escogido como nuevo consejero representante de los ExAlumnos en el Consejo Superior del Plantel.
De un total de 306 votos escrutados, el candidato obtuvo el 82% de las preferencias, contra el 15,8% de votos blancos (58 sufragios). Sin embargo, la gran novedad de este proceso es que por primera vez fue completamente realizado a través de la votación electrónica, entre el miércoles 23 y el viernes 25 de mayo.
En un extenso trabajo realizado por la
Dirección de Tecnologías de Información (DTI) y respaldado por la Secretaría General de la Casa de Estudios, se comenzó por estructurar el padrón electoral, creando una aplicación. “Eso permitió que los exalumnos se registraran y pudiéramos tener un grado mínimo de certeza de que quienes lo hacían eran quienes decían ser”, explicó Gustavo Anabalón, director de la DTI, quien añade que se hizo un convenio con el Registro Civil para utilizar el folio de la cédula de identidad y hacer un pareo que validara a los inscritos. Un aspecto positivo es que la base de datos con títulos y grados quedó lista para ser utilizada en otras instancias, pues hasta entonces esos datos estaban dispersos en diferentes formatos y archivos. “Ahora debemos trabajar para que se mantenga siempre actualizada”, expresó.
Luego de esto, vino la inscripción de candidatos, que fue a la usanza antigua: el hecho de ser un candidato único quien se presentó, facilitó bastante las cosas, dando paso al proceso de votaciones propiamente tal,
que se basó en arquitectura de servidores exclusivos para el evento. Se adquirieron cuatro equipos y se configuraron con diez servidores virtuales adentro, “de manera que si una de esas máquinas fallaba, siempre había otras atendiendo”, detalló.
Extrema seguridad
Esta configuración fue ingresada a una red virtual protegida, donde sólo se tenía acceso a través de un balanceador; una máquina que permite que atraviesen sólo unas puertas de comunicación específicas. Así, desde una dirección autorizada, la aplicación desarrollada que servía como panel de control para iniciar y detener el servicio, se conectaba a la base de datos.
Por otro lado, estaba la comunicación web para votar a distancia, proceso que se inició con el cambio de claves a todo el sistema, realizado por el Secretario General de la USM, Jerome Mac-Auliffe, quien conservó las claves en un sobre. Por mientras, sólo el Tribunal Calificador de Elecciones (TRICEL) fue habilitado para monitorear en forma absolutamente privada
cuántas personas estaban votando.
Gustavo Anabalón reconoció que una dificultad fue cómo controlar los votos, en cuanto a sufragio ya realizado y anonimato. Estos fueron finalmente encriptados en la base de datos, “con una llave de seguridad que sólo podía ser desencriptada por los integrantes del TRICEL; por eso, si por alguna razón alguien conseguía abrir la urna antes, sólo iba a ver códigos encriptados”, ejemplificó.
El proceso de desencriptación también significó una ardua planificación, pues se requería que la apertura por parte del TRICEL no se hiciera a través de una sola persona, “pero no necesariamente todos iban a llegar a abrir la urna. Entonces desarrollamos todo un algoritmo que permitiera que la clave de apertura se encriptara con las personales de cada usuario, las que se guardaron en un certificado en la tarjeta TUI de cada miembro del TRICEL. Así que usamos toda la tecnología de firma electrónica avanzada, grabando en el chip de contacto de la tarjeta, para que el miembro
del TRICEL encriptara y desencriptara desde allí, dentro de la tarjeta”.
Luego se desencriptó voto a voto. “Desde el punto de vista técnico, todo este proceso puede parecer simple, porque parece consistir en una página de registro con algunas validaciones, donde se escoge una preferencia, para que después un software cuente los votos; hasta ahí, se ve muy elemental, pero lo crítico es la seguridad que requiere”, enfatizó, agregando que en esta labor se entrelazaron todas las subdisciplinas de la DTI: redes, sistemas, desarrollo, soporte y firma electrónica, además de la Secretaría General de la USM y, por supuesto, el TRICEL.
Reacciones
“Este equipo nos dio garantías suficientes de que se cumplirían las premisas establecidas, como el hecho de que el voto fuera secreto y que todo fuera auditable. Tuvimos al menos cuatro reuniones de pruebas y simulaciones, por lo que creemos que nos da seguridad para utilizar este mismo sistema en los siguientes eventos de este tipo en la Universidad”,
expresó Manuel Cabrera, miembro del Tribunal Calificador de Elecciones (TRICEL) de la USM. “Es un avance tremendo y una simplificación del problema, por eso creemos como TRICEL que da incluso más garantías que el voto en papel, es más seguro e inviolable”.
Por su parte, Jerome Mac-Auliffe, secretario general del Plantel, puso sobre relieve que esto significa “un avance en los sistemas electorales de la USM. Ha sido una experiencia muy interesante desde el punto de vista de las aplicaciones tecnológicas a una elección que se verifica a distancia, porque los estándares de seguridad han sido muy altos y eficientes. Es un hito importante en la historia institucional y confiamos en que se pueda utilizar en los procesos eleccionarios futuros con las adaptaciones correspondientes; pero el sistema está probado como tal y eso nos tiene muy satisfechos”.
Fuente: UNIVERSIDAD TECNICA FEDERICO SANTA MARIA / Comunicaciones - 30/05/2012
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