Agrupaciones de México y Chile participarán de este encuentro, que se realizará este 1 y 2 de noviembre, a las 19:30 horas, en el Aula Magna de esta Casa de Estudios.
Representantes de las universidades de Michoacán, México, y de distintas Casas de Estudios del país, participarán los días jueves 1 y viernes 2 de noviembre, a las 19:30 horas, en el Aula Magna de la Universidad Técnica Federico Santa María, del III Festival Internacional de Tunas Universitarias, evento que busca rescatar lo mejor de esta tradición europea y que se desarrollará de manera totalmente gratuita.
En esta nueva versión, participarán agrupaciones de las universidades mexicanas, junto a elencos nacionales de las universidades de Tarapacá, La Serena, Atacama, Autónoma de Temuco, Católica de Valparaíso y la Tuna del Magisterio de Chillán, las que
serán acompañadas por el elenco anfitrión, la Tuna de la USM.
La cita, además, tiene un carácter competitivo, el cual evaluará la única categoría de Mejor Tuna Universitaria y para lo anterior se ha escogido a un destacado grupo de jurados que tendrán la tarea de revisar cada uno de los detalles y componentes que integran el mundo de las Tunas, entre ellos, la música, interpretación, vestimenta, bailes e interacción con el público.
Tuna USM
La Tuna USM es la refundación de lo que fue la tuna tradicional, creada bajo la dirección de la señora Ana Hicks, hoy ya retirada de la Universidad, pero que espera continuar con esta tan bella tradición que se encontraba desaparecida de esta Casa de Estudios.
Ahora bajo el alero de la Dirección de Difusión Cultural de la USM, la Tuna es financiada por el Fondo de la Música del Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes, en la línea de Actividades Presenciales y cuenta con el patrocinio de las municipalidades de Viña del Mar y
Valparaíso, y de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y la Universidad Técnica Federico Santa María.
Cabe destacar también, que la tuna es la tradición universitaria más antigua de la que se tenga registro. Sus inicios se remontan al siglo XIII, cuando se funda el primer Studium Generale en España, institución que más tarde formaría lo que hoy se conoce como universidad y en donde los estudiantes con menos ingresos salían con sus instrumentos a cantar a los mesones y posadas para conseguir comida y, en algunas ocasiones, unas pocas monedas para costear sus estudios.
La comida que recibían en estos mesones era una sopa, mezcla de las sobras de lo que en esos establecimientos se servía a los viajeros. Esta sopa era denominada “sopa boba” y quienes consumían este alimento fueron denominados “sopistas”. Son estos “sopistas” los predecesores de lo que hoy conocemos como tuna.
Alrededor del año 1500 se constituyeron en las universidades viviendas para estudiantes,
estableciéndose los “bachilleres de pupilos”, que darían forma a las primeras facultades universitarias. Allí, los alumnos antiguos acogían a los nuevos en los estudios de las distintas asignaturas y, además, en el arte de la tuna, lo que constituyó finalmente esta tradicional hermandad que se ha mantenido de generación en generación.
La música era también una vía para poder enamorar a las doncellas. Al caer la noche, la tuna visitaba o “rondaba” a sus pretendidas cantando coplas de amor por balcones y ventanas, esperando poder llegar con sus melodías al corazón de las mujeres. Ellas, al aceptar a quien las rondaba, le arrojaban las cintas de su pelo que los tunos, orgullosos, exhibían en sus capas.
Fuente: DIRECCIóN GENERAL DE COMUNICACIONES / Universidad Santa María - 31/10/2012
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