recetas
UNIVERSIDAD | 2010

USM mantiene el único laboratorio de Soplado de Vidrio de la región

Se trata del último recinto de este tipo que funciona en la zona y que se encarga de la confección artesanal de tubos de ensayo y equipos de destilación, que son requeridos por el sector académico y la empresa privada.

USM mantiene el único laboratorio de Soplado de Vidrio de la región
Comunicado de prensa

USM mantiene el único laboratorio de Soplado de Vidrio de la región

Como “todo un arte” define Antonio Rubilar su oficio de soplador de vidrio. Y como no, si en nuestra región, el único laboratorio que se encarga de la confección artesanal de artículos de vidrios para el uso académico y algunos requerimientos de la empresa privada, es el que mantiene la Universidad Técnica Federico Santa María.

Ya son más de 15 años los que este porteño ha dedicado a esta labor, la que aprendió observando y siguiendo las indicaciones del encargado del antiguo taller que lo recibió. “Cuando llegué no conocía mucho sobre esta técnica de confección de artículos en vidrio, aunque tenía algunas nociones,

puesto que antes me había desempeñado en el Departamento de Química. Partí primero como ayudante y luego, cuando mi jefe se retiró, me quedé solo a su cargo”, precisa.

En un pequeño laboratorio ubicado en la Casa Central de la USM, Rubilar fabrica a diario decenas de piezas, las que van desde tubos de ensayo y equipos de destilación hasta embudos de decantación y de compensación, además de reparaciones de algunos artículos construidos en vidrio. “En este laboratorio todo el trabajo se hace de manera artesanal, y sólo en algunos detalles interviene el uso de maquinaria”, sostiene.

“La materia prima es el tubular de vidrio, el que se expone a más de 580 grados y se comienza a rotar y a estirar. A medida que se va calentando los vas soplando hacia arriba o hacia abajo y si lo quieres estirar vas trabajando con las manos y le vas dando la forma que deseas. Cuando se requiere una forma especial, el vidrio fundido se introduce al interior de un molde, y se comienza a soplar a través de un tubo

metálico donde se forma una burbuja de vidrio”, explica.

Rubilar, también agrega que “luego, a las piezas, se les da un tratamiento término para que queden firmes, puesto que el vidrio cuando se trabaja es sometido a un esfuerzo mecánico y para sacar las tensiones debe pasar por un tratamiento térmico dentro de un horno donde es expuesto a altas temperaturas. Se deja enfriar y el vidrio queda listo”.

Puesto que el laboratorio de Soplado de Vidrio de la USM, es el único que queda funcionando en óptimas condiciones en nuestra región, se ha transformado en el proveedor obligado de centros de estudios y de empresas de todo tipo. “Hasta acá no sólo llegan clientes del rubro académico, sino también muchos laboratorios que buscan nuestros productos dado la buena calidad que ofrecemos. Vamos trabajando a pedido y tratando siempre de responder a la demanda”, destaca.

Sobre su permanencia en este oficio, Rubilar confiesa que “para mí este trabajo es un verdadero arte y mi pasión. Me encanta y

pretendo seguir ligado a él por mucho tiempo más, aunque espero que aparezcan más sopladores, porque este es un rubro de gran demanda”, concluye.


Fuente: UNIVERSIDAD / Universidad Tecnica Federico Santa Maria - 11/06/2010


Este sitio usa imágenes de Depositphotos