Con el fin de levantar salas de clases provisorias en establecimientos educacionales en zonas del sur de Chile devastadas por el terremoto, un grupo de la Universidad Santa María instaló exitosamente domos de emergencia.
Forel, Pichamán y Macal fueron las localidades rurales en la zona de Constitución beneficiadas por el significativo aporte de profesores y alumnos del Departamento de Arquitectura de la Universidad Técnica Federico Santa María, consistente en 4 domos geodésicos de emergencia para albergar provisorias salas de clases.
Los módulos fueron entregados respondiendo a la petición del director de educación de Constitución, Fabián Pérez y a la gestión de la académica de la Universidad Santa María, Marcela Soto. De esta forma, las estructuras fueron instaladas rápida y exitosamente en estos pequeños establecimientos educacionales donde el acceso es complejo, motivo
por el cual sus habitantes se encuentran en situación de mucha vulnerabilidad.
Según lo explicado por Marcela Soto, este tipo de domos no entrega una solución definitiva a la pérdida de dichas escuelas, sin embargo contribuyen a dar esperanza a los niños y a las comunidades a las que ellos pertenecen, comenzando con la reconstrucción de terrenos que en muchas ocasiones son olvidados o donde la ayuda es difícil que llegue.
Los domos, independientemente que sean una cobertura de emergencia con un volumen de aire interior importante, impermeable, sólida y resistente a lluvias y vientos, se pueden ir modificando a través del tiempo y según las necesidades de quienes los utilicen.
En este sentido, se trata de “una instalación que tiene algo de lúdico también, es una semiesfera que, por ejemplo, permite sacarle la cobertura y así tener más funcionalidades para los niños como transformarse en una estructura para jugar y escalar”, destaca Soto.
En esta oportunidad, el grupo de la USM
además de llevar e instalar los domos entregó bolsas con útiles escolares para los niños.
La académica señaló que “es fundamental señalar que en estas localidades las escuelas son un verdadero centro de reunión y al venirse abajo tras el terremoto toda la comunidad se ve afectada. Sin duda, los más contentos y agradecidos con esta iniciativa fueron los niños beneficiados, y sus profesores lo ven como oportunidad más de aprendizaje. Asimismo, para los voluntarios esta es una experiencia muy positiva y reconfortante de ayuda a la reconstrucción del país”.
Fuente: UTFSM / Comunicaciones - 15/04/2010
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