Carrera de Ingeniería en Diseño de Productos de la Universidad Santa María realizó el lanzamiento de ACCIONA y la entrega final del Taller. Se presentaron casos exitosos desarrollados en las empresas Ambrosoli y Asmar.
La carrera de Ingeniería en Diseño de Productos de la Universidad Técnica Federico Santa María dio el inicio oficial a la empresa junior creada por la carrera y la culminación del intenso proceso de trabajo vivido por los alumnos de Taller de Productos V.
ACCIONA se posiciona como la primera empresa junior de la Universidad Técnica Santa María. Es una asociación sin fines de lucro que se aloja dentro de la universidad y es compuesta por estudiantes de la carrera de Ingeniería en Diseño de Productos (IDP). Con este innovador modelo
se busca entregar experiencia laboral a sus alumnos. Organizados dentro de los marcos legales de una asociación, prestarán servicios a empresas reales.
La ceremonia fue dirigida por los alumnos Francisca Martínez, Pablo Bugueño y América Merino. La profesora de la asignatura, Gabriela López, se dirigió a sus estudiantes recalcando que el desafío es “apuntar a que seamos personas de alto impacto”, gestionando la innovación, los negocios y la tecnología, y dio las gracias por las “ganas que han tenido este semestre. Ha sido un semestre bastante trabajado, de bastante esfuerzo. Sin embargo, estamos muy satisfechos con los resultados”.
Por su parte, el profesor Carlos Soto explicó que el trabajo de taller que se ha hecho hasta ahora es el resultado de una visión que nació y vino desarrollándose por aproximadamente un año y medio. El año pasado ya había
comenzado el plan de poder entregarle a los alumnos experiencia laborar antes de que se titularan. “Un proceso de compartir los ideales y las competencias que un Ingeniero en Diseño de Productos puede demostrar y dentro de toda estas inquietudes. Una solución interesante que visualizamos fue lanzar una empresa junior”, explica Soto.
Para llevar el plan a cabo, se visitó otro tipo de empresa junior en Brasil, se analizó de qué forma se podía trabajar y cómo se podía adaptar a la realidad de IDP. Finalmente, se enfocó un taller con metodología que fuera complementaria entre los integrantes de ACCIONA y los alumnos del ramo para que trabajaran en conjunto en pos del desarrollo de la emergente empresa. Soto agrega que “cumplimos, llegamos hasta el final de esta tarea un poco compleja inicialmente cuando la visualizábamos a comienzos de taller o a comienzos de semestre”.
En tanto, Nicolás
Zúñiga, Director Ejecutivo de ACCIONA, describió los motivos de la elección del nombre de la empresa: “el nombre nace en un trabajo conjunto con las personas de taller V y lo que nosotros pudimos aportarles para llegar a un consenso de lo que nos pudiera definir de la mejor manera posible. El trabajo de los alumnos de Taller V fue muy valioso, porque en el fondo, nosotros podríamos haber avanzado paso a paso cada una de estas etapas, pero con la ayuda de los chicos de taller V avanzamos de a dos pasos”.
Los desafíos inmediatos que tiene ACCIONA son consolidar el modelo y aclarar el sistema de financiamiento, de qué manera generarán un precio para competir con otras empresas que entreguen asesorías y cómo ese dinero les permitirá financiar la empresa. Por último, el desafío es tener una parrilla bien definida de lo que serán las asesorías.
El trabajo en conjunto de
ACCIONA con Taller de Productos V se dividió en tres partes: conformación de la empresa, marcha blanca y establecimiento de servicios. Dentro de la marcha blanca, los alumnos trabajaron con Ambrosoli y Asmar.
En la presentación del trabajo con Ambrosoli realizada por Vicente Arenas y Javiera Klug, los futuros Ingenieros en Diseño de Productos definieron los encargos presentados por la empresa perteneciente a Carozzi y todo proceso lógico que nació a partir de ese desafío, explicando que quisieron ir más allá de lo que se les había pedido y que lo que buscaron fue agregar más innovación.
Sobre la experiencia de trabajar con la empresa líder en el área de golosinas, galletas, chocolates en el mercado nacional, Javiera Klug menciona que “nos enorgulleció mucho trabajar con ellos y aprender de una gran empresa”. A través del desarrollo de estudios, aná
lisis de mercado, competencia y referentes comenzaron a diseñar las propuestas y evaluaron con factibilidad técnica todas las variables a considerar.
Llegaron a una solución para cada problemática que no implicara más costos para la empresa, que fuera de fácil armado y que expusiera la marca de manera óptima. Vicente Arenas recalca que “me voy convencido de que el trabajo que se hizo fue un trabajo bien hecho, sin embargo a nosotros nos dijeron que en los procesos de packaging, para lograr un producto sin fallas se requieren dos años”.
La exposición de Asmar estuvo a cargo de Simón González, quien desarrolló la explicación del encargo que tenían de parte de la empresa. Asmar ya tenía definido el desafío para ellos, el cual era lograr el rediseño del bote militar 585. Este desafío no se presentaba como un problema, sino que más bien era
una idea de innovación lo que estaban planteando, debido a que era convertir el modelo actual a uno de tubo continuo. González profundizó en cómo se tratan los tubos inflables de los botes, los cuales están configurados de manera que es necesario imprimir plantillas y a partir de ellas generar las simetrías del bote. La dificultad que se les presentó era obtener esas plantillas para el bote inflable.
El alumno de Taller de Productos V enfatizó que “como IDP no sólo teníamos que ceñirnos al encargo que nos dieron, también teníamos que ser capaces de identificar problemas y nuevas necesidades y entre esto surgió un nuevo panorama que era la aparición de un nuevo material que se estaba desarrollando por la misma empresa que había desarrollado el material que actualmente ocupa Asmar”.
Este nuevo material cumplía con las mismas condiciones para la
elaboración de botes, pero presentaba algunas características que superaban al que actualmente se está utilizando. “Por ejemplo, además de pegarse, este puede ser soldado. Es una ventaja, ya que el pegado tiene la riesgo de que si se llega a levantar un borde van a provocarse tracciones que harán que se siga despegando. El material también presenta una mejor resistencia a la abrasión y la perforación y tiende a rigidizarse cuando se le aplica cierta presión”, añade González.
Las propuestas fueron evolucionando a medida que pasó el tiempo y de ello da fe Carlos Uribe, ingeniero en producción y control de calidad, que estuvo encargado de este grupo de estudiantes de IDP. Después de supervisarlos y trabajar arduamente con ellos en la realización del proyecto, se muestra satisfecho con los resultados: “Se logró el objetivo y Asmar quedó satisfecho con el trabajo realizado.
La proyección ahora es tomar ese modelo, afinar un poco la forma y construirlo”.
Simón González concluye que “por un lado nos hacia investigar bastante e implementar los conocimientos que tenemos y que hemos desarrollado en la universidad. Se logró el encargo y además de eso, se pudo realizar un estudio que permitiera encontrar más propuestas. En este caso, la propuesta de un material nuevo que presente menor costo y más facilidades para su uso y su implementación es una gran ventaja para la empresa”.
Fuente: DIRECCIóN GENERAL DE COMUNICACIONES / Universidad Santa María - 16/08/2012
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