Sansano cuenta cómo llegó a ser astrónomo del radiotelescopio padre de ALMA

Sansano cuenta cómo llegó a ser astrónomo del radiotelescopio padre de ALMA

El Dr. Rodrigo Parra se dio una vuelta larga antes de convertirse en astrónomo del experimento pionero de Atacama, APEX (Atacama Pathfinder EXperiment Telescope, por su sigla en inglés): estudió Ingeniería Civil Electrónica en la Universidad Técnica Federico Santa María, se tituló y pronto se encontró trabajando en dos gigantes de las telecomunicaciones. “Pero después de un par de años me di cuenta de que las corbatas y el formalismo no eran lo mío”, explica.

Decidió entonces volver a estudiar. “Y en ese proceso haber estudiado en la USM me ayudó bastante”, cuenta. “Con ese

currículo quedé seleccionado en varias universidades y pude escoger la que más me gustaba. Me incliné por Chalmers University of Tecnology (Suecia), que es también una universidad de ingenierías y ciencias duras, como la USM”. Fue allí donde clarificó sus pasos profesionales: conoció el observatorio Onsala y finalmente se quedó haciendo un doctorado en Astrofísica. Fueron casi siete años viviendo en Europa.

“Siempre me gustó la astronomía”, reconoce. “No fue una coincidencia. Cuando decidí estudiar Electrónica fue una decisión más pragmática que valiente; de haber sido valiente, habría estudiado Astronomía directamente. Pero también creo que toda esta vuelta que me di a través de la ingeniería fue lo mejor, porque es lo que me ha permitido estar en este trabajo en APEX: en radioastronomía es particularmente importante tener un background en ingeniería eléctrica o electrónica. No existe casi ningún radioastrónomo que no sea ingeniero, así que lo que hice casi sin saberlo era al parecer lo que tenía que

hacer para lo que realmente quería”.

Como pocos en el mundo

Parra, quien estuvo en la USM realizando la charla “Radio Astronomía y tecnologías relacionadas”, dice que regresó a Chile en 2007 a hacer un post doctorado y pronto fue reclutado por la European Organization for Astronomical Research in the Southern Hemispher (ESO), para trabajar en APEX, uno de los radiotelescopios submilimétricos más grandes del Hemisferio Sur, ubicado a 5.100 metros de altura en la planicie de Chajnantor, Desierto de Atacama.

“Somos como los padres del famoso proyecto ALMA, en el sentido de que llegamos al cerro mucho antes, en 2005”, aclara. “Nuestro telescopio era el encargado de chequear las tecnologías que en algún futuro se iban a usar en ALMA, al entrar en funcionamiento”. Se suponía que el telescopio de APEX iba a quedar obsoleto, pero ha sido todo lo contrario.

“El grupo de ingenieros y científicos que trabajamos ahí tenemos una expertiz que existe en muy pocos lugares del mundo”, enfatiza. “

Sabemos cómo trabajar y operar a esa altura un radiotelescopio de estas características. Somos unos de los pocos telescopios que tiene un staff capaz de hacer eso en forma rutinaria”.

Los astrónomos coordinan y organizan las observaciones y mantenciones, basándose en el clima. APEX funciona, además, como servicio para profesionales externos. “Otros astrónomos nos envían sus indicaciones en un idioma bastante científico y tenemos que traducirlo en uno ingenieril, por así decirlo, para lograr lo que ellos necesitan”, relata.

En cuanto a su formación sansana, es categórico. “Siempre que he estado estudiando en otros lados he hecho alarde de los laboratorios de la USM”, confiesa. “Siempre los recuerdo y siempre fue la diferencia que tuve respecto a todos mis compañeros, en distintos lugares del mundo. Los laboratorios que yo tuve me dejaron muchísimo, por los instrumentos y por el hecho de que fomentaban bastante ser autónomos. Eso siempre ha caracterizado a la USM, y no sólo en Chile, sino

también en el mundo. Te lo digo con propiedad porque he estudiado en otros lados, con gente de otros lados y al menos en Electrónica la característica es esa”.

Fuente: UNIVERSIDAD TéCNICA FEDERICO SANTA MARíA / Comunicaciones - 31/08/2011