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UTFSM | 2013

La �ltima gota de perfume

Columna de Juan G. Ayala, profesor del Departamento de Estudios Human�sticos de la Universidad T�cnica Federico Santa Mar�a.

La última gota de perfume
Comunicado de prensa

La �ltima gota de perfume

A nivel internacional la crisis de las instituciones es encabezada por la Iglesia Cat�lica Romana, pero seguida muy de cerca a nivel nacional por los parlamentos y gobiernos centrales, y a nivel local por las instituciones de ense�anza, particularmente, las universidades. Esto deber�a llamarnos al menos a dos reflexiones. La primera es que esas instituciones no son de suyo, agentes econ�mico-financieros. La segunda, su an�lisis debe hacerse en perspectiva sist�mica, de lo internacional a lo local. Rigurosamente a todas ellas les es propia la crisis, yace en su raz�n de existir, aura que se irradia desde los supuestos del bien com�n que deber�a darles sentido de existencia. A la Iglesia la trascendencia en estado de gracia, a los gobiernos la inspiraci�n pol�tica del buen obrar, a las universidades la autoridad que nace de la b�squeda de la verdad. Todo lo anterior se invalida cuando la actividad de esas instituciones se corrompe por una gesti�n que las hace olvidar su sentido original. La Iglesia de Pedro convertida en una multinacional empresarial, los gobiernos torciendo la gobernanza para todos, en una gobernanza de pocos, y las universidades sesgando el cultivo de la verdad por una loca carrera por captar clientes y recursos.

En Roma se sostiene persistentemente que el Papa Francisco podr�a convocar al Concilio Vaticano III, �nica v�a de limpieza y ordenamiento integral para corregir la deformaci�n curial frente a la iglesia de base, en rigor lucha ya dada en 1962 misma d�cada de mayo del 68, lucha revitalizada en estos tiempos de esc�ndalos val�ricos, no solo genitales, sino que preferentemente econ�micos y de abuso de poder, no de autoridad. Los gobiernos por su parte buscan resolver sus problemas en la figura de las asambleas constituyentes, desde la crisis Siria hasta Evo Morales, habida raz�n entonces para aplicar el mismo enfoque para la crisis universitaria. En los Concilios se trata de tensionar el di�logo cara a cara, en lenguaje religioso: episcopado reunido, no episcopado disperso. En lenguaje pol�tico, democracia participativa frente a democracia representativa, en lo universitario debate universal y claustro efectivo frente a burocracia rectoral. La crisis de las universidades chilenas es tan profunda como la de la Iglesia romana y la del gobierno nacional, su soluci�n pasa por una suerte de Concilio Vaticano III, o por una asamblea constituyente. Es urgente revisar toda su estructura y sus m�todos de gobernanza, administraci�n y gesti�n interna, pero m�s relevante es volver a mirar su finalidad y su sentido, sin embargo parece que las autoridades est�n lejanas en asumir esa tarea, importan m�s las publicaciones indexadas, cu�ntos proyectos se ganaron, el aumento de matr�cula, los metros cuadrados construidos, vale decir, n�meros vac�os de sentido y profundidad, cuando no hay un esp�ritu que los insufle, que nace del di�logo cara a cara.

En Roma, Francisco lo ha entendido y promover�a cambios profundos. En Chile podemos suponer que el pr�ximo presidente, atendidos los recursos que el estado entrega, obligar�a a los rectores de las casas de estudios superiores a implementar un concilio Vaticano, o una asamblea constituyente, o sea, que los actores universitarios se miren cara a cara, en sincron�a de tiempo y espacio. En lo sucesivo esa manera de resolver la crisis educacional chilena, no vendr� necesariamente de la buena voluntad de los rectores, esta vendr� desde fuera, lo demandar� la sociedad y principalmente los estudiantes y los sindicatos universitarios, y lo har�n en voz alta y muy p�blicamente, es m�s esperar�n solo hasta el 21 de mayo de 2014, y ni un d�a m�s. Si no es as� la crisis universitaria de nuestro pa�s se agudizar�, porque ya no le bastan a la comunidad universitaria, ni el plan de desarrollo estrat�gico, ni las tasas de retenci�n, ella quiere discusi�n a fondo, val�rica y estructural, y aunque al nuevo gobierno no le interesare lo exigir�n en cada casa de estudio. A la �iglesia real� no le interesa cuantos fieles tenga contabilizados, le interesa a quien conoce de verdad, a quien ha estrechado, que l�grimas ha engujado, que hambre ha saciado, y eso mismo es lo que los estudiantes piden, quieren que los conozcan, quieren sentirse saciados, quieren ser escuchados, como la iglesia de base, como los pueblos originarios, como las minor�as nacionales. Si esto no es acogido por el nuevo gobierno y no lo instala como eje prioritario de la agenda universitaria de cada rector, podemos destruir lo que va quedando de la instituci�n universitaria chilena. Francisco podr�a llamar a un Concilio, �qu� har�n nuestros presidentes y nuestros rectores?.

Fundamental es considerar lo econ�mico, pero lo que importa a una universidad justamente no es aquello, lo que importa es trascenderlo en aras de la funci�n verdaderamente universitaria, construida sobre la base del di�logo en la comunidad, y de la comunidad con la sociedad a la que deber�a servir. Sin di�logo no hay porvenir, en ausencia de �ste solo habr� gesti�n: cumplimiento de metas de desmpe�o, estad�sticas de los planes de desarrollo estrat�gico, a saber, herramientas de administraci�n curricular y de gobernanza universitaria, pero no habr� ni comunidad ni Universidad, ser�n frascos vac�os, a los que no les queda ninguna gota de perfume. Eso le ocurri� a los padres conciliares de 1962, descubrieron que de tanta estructura, de tanta norma y de tanto dogma, o sea nuestros est�ndares de desempe�o y gerenciaci�n, descubrieron esos miembros del Concilio (�los claustros?) que los frascos estaban vac�os, no les quedaba ni siquiera un aroma de perfume.


Fuente: UTFSM / Comunicaciones - 16/09/2013


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