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UTFSM | 2015

Ingeniero sansano juró como abogado en la Corte Suprema

Luego de haber estudiado Ingeniería Civil Electrónica en la Universidad Santa María, Fernando Frías decidió cumplir uno de sus sueños de infancia: estudiar Derecho.

Ingeniero sansano juró como abogado en la Corte Suprema
Comunicado de prensa

Ingeniero sansano juró como abogado en la Corte Suprema

Cuando niño siempre quiso saber cómo funcionaban las cosas, ver por ejemplo los componentes internos que tenían los televisores o averiguar qué significaban los signos de las calculadoras científicas. Esta pasión por descubrir el mundo desconocido de las cosas, llevó a Fernando Frías a entrar a la Universidad Santa María y estudiar Ingeniería Civil Electrónica.

A fines de lo 90´s egresó de la universidad y tras algunos años de experiencia laboral, logró titularse. “He estado trabajando siempre como ingeniero en el rubro TIC’s (Tecnologías de la Información y la Comunicación), en proyectos tanto en Chile como en el extranjero. La experiencia en Soporte y QA me permitieron ser un experto en encontrar siempre la quinta pata al gato, cuando la mayoría de la gente se queda sólo buscándola”, dice el sansano.

Con 12 años de experiencia laboral y de vuelta en Chile luego de haber vivido 3 años en México, Fernando decidió concretar uno de sus sueños de infancia: estudiar Derecho y convertirse en abogado. “Mi sed de niño de saber la razón de las cosas, se había resuelto con la formación entregada en la USM, al menos en lo concerniente a los fenómenos de la naturaleza o definiciones técnicas, pues tenía la capacidad de pensar analíticamente. Con todo esto, aun había una arista incompleta que era entender las definiciones y las reglas que las personas, viviendo en sociedad, se han definido, es decir, aprender las normas jurídicas”, reflexiona.

Experiencia y ganas de aprender

Pese a lo que se podría pensar, a este sansano no se le hizo difícil volver a las aulas. Si bien la Ingeniería y el Derecho son dos áreas completamente diferentes, Fernando tenía dos grandes fortalezas que le ayudaron a enfrentar de mejor manera este nuevo desafío. “Ser y pensar como ingeniero me daba la confianza de saber que cualquier desafío intelectual era perfectamente abordable y en ese momento de mi vida ya tenía la madurez de saber que los años de estudio iniciales, con tantas demostraciones matemáticas o físicas y sus definiciones, eran simplemente para aprender a pensar, razonar y deducir”, explica.

Fernando Frías se dio cuenta entonces que si había sido capaz de eso para culminar titulándose de ingeniero, otra carrera no podía ser mucho más compleja o difícil, teniendo en cuenta que era un profesional titulado en una universidad de élite como la USM.

“La segunda fortaleza era que no tenía ninguna presión por estudiar, todo era absolutamente voluntario, ya era ingeniero, ya me había realizado profesionalmente, no existía presión laboral para estudiar algo más; iba simplemente a aprender de puro gusto”, manifiesta.

Es así como hace unos meses, juró como abogado en la Corte Suprema, luciendo con orgullo la corbata que la USM les regala a todos los alumnos cuando asisten a sus ceremonias de titulación. “Vestir esa corbata te empodera del respaldo de saber que no cualquiera puede usarla. El día del juramento en la sesión plenaria de la Corte Suprema me di cuenta de mi importante logro, estaba titulándome en presencia de los ministros de la Corte Suprema, tal vez el sueño de toda persona humanista (pensando que Derecho es la cúspide de esa área conocimiento), pero el orgullo era por partida doble: yo era el único con el derecho a vestir, y con orgullo, la misma corbata que sellaba la titulación todo profesional de la USM”, expresa.

Para finalizar el profesional manifiesta que no dejará de lado la Ingeniería. “Nunca fue mi objetivo ejercer como abogado, sin embargo, hoy ya titulado, estoy convencido que los problemas jurídicos pueden ser resueltos con una mirada ingenieril”, sentencia. “Sin desmerecer la formación humanista, esa es una ventaja enorme frente a colegas abogados que, habiendo estudiando lo mismo que yo, tal vez no vean lo mismo que ve un ingeniero. Eso sumado a mi experiencia profesional, que me permite no andar buscándole la quinta pata al gato, sino como expresé anteriormente, hallarla fácilmente y eso es una ventaja que puede significar el día de mañana el ganar un juicio”.


Fuente: UTFSM / Comunicaciones - 12/03/2015


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