Vicky Rojas, Psicóloga de la Universidad Santa María, advierte que esta realidad, entre otros factores, dificulta las opciones de los reclusos para reintegrarse en la comunidad.
El pasado 8 de diciembre quedará marcado a fuego en la historia de nuestro país. Un voraz incendio terminó con la vida de 81 internos en la cárcel de San Miguel, hecho que desnudó ciertas falencias del sistema penitenciario chileno.
Es así como una vez más se comprobó que las cárceles nacionales están sobrepobladas. Vicky Rojas, Psicóloga de la Sede Viña del Mar de la Universidad Santa María, señaló que “el hacinamiento de los recintos, que hoy sobrepasa el 60%, es un elemento preocupante ya que incide en la posibilidad de entregar condiciones dignas a las personas privadas de libertad, generando un sistema ineficiente en todos los aspectos”.
“Si bien ese hecho dificulta la
rehabilitación y reinserción social de los internos, el tema va más allá de sólo las condiciones del recinto penitenciario. Incluyen desde aspectos tan globales como las condiciones sociales y culturales en las que hoy nos movemos, hasta aspectos específicos que van desde las penas alternativas, condiciones de los recintos (cantidad de personal por personas recluidas, metros cuadrados), alternativas de reinserción, entre otros factores”, añadió.
En cuanto a las causas que tienen las personas para delinquir, la especialista de la Universidad Santa María dijo que “en el proceso delictual no sólo encontramos factores psicológicos, genéticos o personológicos, sino que también elementos sociales. Con esto tampoco doy a entender que la delincuencia es producto de condiciones socioeconómicas precarias. Muchas veces se asocia la marginalidad con el delito, pero eso genera la estigmatización de un sector olvidando que también existen delincuentes de cuello y corbata y que muchas veces obtienen un trato
distinto en el sistema”.
Rojas enfatizó que “primero se debiera partir de un análisis real de la criminalidad, tenemos que pensar esto como un fenómeno social, por ende, cuestionarnos la forma en que queremos manejar como sociedad el hecho delictual, desde el uso de penas alternativas, posibilidades de capacitación, apoyo al establecimiento de nuevas redes sociales, apoyo psicológico individual y/o familiar”.
En cuanto a los elementos relevantes a trabajar luego de que una persona sale de la cárcel, la psicóloga de la USM aseguró que “uno de los elementos más relevantes son las redes sociales. Cuando salen de los recintos penitenciaron necesitan generar nuevos patrones y para ello es necesario que hayan personas dispuestas a la contratación de sus servicios, lo cual les permitiría moverse en otros espacios y construir nuevas redes”.
Fuente: UTFSM / Comunicaciones - 10/12/2010
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