Académico del Departamento de Industrias de la Universidad Santa María, Werner Kristjanpoller, señala que el tipo de cambio impactaría especialmente a este sector.
El 24 de octubre de 1929 es conocido por todo el mundo como el día en que la economía norteamericana sufrió la más grave y angustiosa crisis económica de la historia y que no demoró en afectar a todo el globo. Las consecuencias del crack de Wall Street significaron, principalmente, un retroceso en las importaciones en el país del norte, lo que implicó que los mercados internacionales vieran considerablemente reducidas sus exportaciones.
Si el “jueves negro” es recordado como la peor de todas las emergencias económicas, el escenario de tensión que actualmente vive Estados Unidos podría desencadenar una crisis sin precedentes y con secuelas inmediatas para el resto
del mundo.
El académico del Departamento de Industrias de la Universidad Técnica Federico Santa María, Werner Kristjanpoller, señala que la crisis que podría desatarse sería incluso “peor a la de 1929, ya que es un país ícono y su moneda por años el patrón mundial. Si llegase a caer en cesación de pago, sería algo sin parangón para la historia”.
Tal situación, la de cesación de compromisos financieros, podría oficializarse si el Congreso no aprueba este 2 de agosto la ley que permitirá elevar el límite de endeudamiento del país que hoy se cifra en más de 14,3 trillones de dólares.
De entrar Estados Unidos en default, es decir, la suspensión del pago de la deuda externa y compromisos internos, la consecuencia inmediata es la baja en el tipo de cambio, lo que afectaría con importancia a los exportadores chilenos.
“La economía mundial se va a resentir, puesto que no se habrá salido de una crisis para entrar a otra. En Chile seguramente tendremos impactos con nuestras exportaciones.
El tipo de cambio debiera bajar”, alerta el experto.
¿Qué se debe a nivel doméstico para enfrentar una posible crisis? “Lo primero, ahorrar en pesos. Apretarse el cinturón antes de que estalle el conflicto será siempre una buena medida. Así también, especialistas recomiendan evaluar la situación personal en los fondos de pensiones. De esta manera, se sugiere a aquellos cotizantes jóvenes que tienen más de 20 por delante de trabajo mantenerse en el fondo A. Si se está a menos de 15 años de jubilar, se recomienda repartir un porcentaje de los fondos en el A y otros en C y E. En tanto que a los que están a menos de 5 años de retirarse, se les sugiere cambiarse o no moverse del fondo E”, finaliza.
Fuente: UNIVERSIDAD TéCNICA FEDERICO SANTA MARíA / Comunicaciones - 02/08/2011
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