Experto USM advierte sobre los riesgos ambientales asociados a relaves mineros abandonados

Experto USM advierte sobre los riesgos ambientales asociados a relaves mineros abandonados

En la actualidad, en Chile existen un total de 449 relaves mineros de acuerdo al último catastro realizado, concentrados mayoritariamente en la zona norte de país, lo cual ha causado más de una controversia debido a los potenciales riesgos ambientales que estos depósitos de desechos tóxicos provenientes de la actividad minera, especialmente cuprífera, pueden causar en los ecosistemas y en la salud humana.

Sería en zonas como Illapel, Andacollo y Copiapó, donde existirían los riesgos ambientales más importantes, tal como explica el Ingeniero en Minas y egresado de Magíster en Gestión Ambiental, profesor Marcelo Rojas (UTFSM, Viña del Mar), puesto que “aquí se concentran gran cantidad de depósitos de relaves que se encuentran inactivos o abandonados a su suerte, ya que nadie se quiere hacer cargo de los riesgos ambientales que estos representan”, señala.

Contaminación atmosférica por erosión, posible percolación de contaminantes a napas subterráneas e impacto paisajístico importante para el entorno inmediato, son parte de estos problemas, causados según el experto, porque la actual normativa ambiental no es retroactiva.

La coyuntura económica mundial indica que existe un proceso desaceleración de los mercados asiáticos, con una fuerte influencia de China, lo cual inevitablemente gravitaría en una variación en el precio del cobre, comprometiendo el crecimiento proyectado en el sector. A la vez, el incremento en la fiscalización ambiental que exige mayores inversiones por parte de las empresas, y las propias exigencias de algunos países compradores podría tensionarse debido a la incertidumbre de este ciclo, desincentivando la inversión.

Sin embargo, el profesor Marcelo Rojas cree que “obviamente ante la perspectiva de contracción económica del mercado asiático, el precio de cobre disminuye por su menor demanda. Pero esto siempre ha sido así, ya que el mercado del cobre es cíclico; por ejemplo en el año 1998, el cobre andaba por los 75 centavos de dólar la libra de cobre, pero en el 2011 alcanzó los 4,0 US$/ la Libra de cobre”. No obstante, el profesor agrega que “respecto a si la mayor regulación sobre los depósitos o tranques de relaves, influirá sobre la inversión extranjera, no lo creo, debido a que a los países que compran cobre, como Japón y Corea del Sur, les interesa que los países productores del metal rojo cumplan con estrictas regulaciones medio ambientales, como la ISO 14000”.

Principales riesgos

Respecto a los principales factores de riesgo asociados a los relaves mineros, el profesor de la USM Viña del Mar y especialista en minería explica que “por ejemplo, puede ocurrir el desmoronamiento de su muro principal por terremoto, evacuando su material a zonas con flora y fauna autóctona o a zonas urbanas, destruyendo o contaminando grandes superficies. Por otro lado, representan riesgos de contaminación atmosférica en su entorno, debido a la erosión eólica, o contaminación de napas subterráneas por percolación de aguas ácidas, con contenido de metales pesados (cadmio, plomo, mercurio, cobre y metaloides como el arsénico) que aún en pequeñas concentraciones son muy tóxicos, para la flora y fauna y para el ser humano”.

Ahora bien, en cuanto a las posibilidades efectivas de encontrar alternativas a los relaves mineros, para Marcelo Rojas no existirían dada la función que cumplen estos depósitos, “ya que como actualmente las leyes de los metales utilizados por la industria son cada vez menores, se tiene que extraer mucho material rocoso para obtener el metal preciado, y esto significa desechar el material estéril, que es inmensamente mayoritario. Por ejemplo si la ley de cobre de un yacimiento es de 0,78% que actualmente es una buena ley, significa que de cada tonelada de material rocoso que se extrae de la corteza terrestre, si la recuperación es de un 100% –el cual nunca se alcanza-, se obtendrán sólo 7,8 kilos de cobre”.

Por lo tanto, el experto detalla que “de todo el material que se remueve de un yacimiento, se utiliza aproximadamente sólo el 1% o menos. Lo que se hace para disminuir el impacto medio ambiental, es recubrir la zona donde se colocará el depósito de relaves, con material impermeable, para evitar que las aguas contaminantes, percolen a las napas subterráneas. Junto con esto se recupera aproximadamente un 70% del agua de éstos relaves húmedos, permitiendo su reutilización en la planta de tratamiento, además se puede filtrar lo más posible el relave, para formar una pasta de éste, y así evitar al máximo los riesgos de contaminación de las aguas freáticas, además, existe el DS 248, del 2007, que regula la construcción de los tranques y sus muros, para evitar el desmoronamiento de éstos, en caso de sismo mayor”.

Por último, el profesor Marcelo Rojas entrega datos acerca de los protocolos para la finalización de los proyectos mineros de acuerdo a la normativa vigente, sobre todo en lo que concierne al tratamiento de los relaves mineros. En ese sentido, da a conocer que “para esto, hay que remitirse a las exigencias de la Ley número 20.551, que regula el cierre de faenas e instalaciones mineras, de noviembre del año 2011”.

“Actualmente es prácticamente imposible reponer un ecosistema cubierto por miles de toneladas de relaves, aunque una de las soluciones es fitorremediar el tranque, es decir, por ejemplo recubrir la superficie con plantas autóctonas o nativas de la zona, que además sean resistentes a los metales pesados del tranque, para lograr la estabilización físico-química de su superficie, y se debe hacer un seguimiento al proyecto”, concluye.

Fuente: SEDE VIñA DEL MAR / Universidad Técnica Federico Santa María - 29/07/2015