Andrés Olivares, profesor y director del Laboratorio de Evaluación Solar, precisa que los subsidios deben ir orientados a consolidar una nueva industria a nivel país, que permita inclusive su comercialización en el extranjero; añadiendo también que la principal ganancia que se obtiene es la gran fuerza laboral que puede llegar a impulsar.
Luego del anuncio de una nueva franquicia impositiva que permitirá subsidiar hasta el 100% de los costos de los sistemas solares para producir agua caliente, nuevamente regresa a la palestra el eventual desarrollo de una industria ligada a este tipo de energía.
A juicio de Andrés Olivares, director del Laboratorio de Evaluación Solar de la Universidad Técnica Federico Santa María, nuestro país ha mostrado importantes avances vinculados al desarrollo de estas tecnologías; no obstante, en lo que se
refiere a las apuestas del sector empresarial éstas son bastante escasas dado su altísimo valor. “Entonces, si nuestro país va a experimentar un explosivo aumento de este tipo de servicios, va a depender directamente si se van a instalar o no plantas generadoras y si esto se hace, pasará principalmente por algún soporte estatal a este tipo de energías”, explica.
En base a esto último, el también profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica de la USM, precisa que los países que han sido exitosos en esta materia, han apoyado la generación de este tipo de energías, mediante el subsidio del kiloWatt-hora generado por energía solar, en lugar de apoyar la instalación del kiloWatt de potencia en este tipo de energías, lo que deja entrever la importancia del esquema político para fomentar este tipo de tecnologías a futuro y dependiendo de eso, será la demanda de servicios que se tenga.
“El principal problema que existe en Chile, son las políticas estatales que se implementan para poder fomentar
este tipo de energías, dado el alto valor que alcanzan en la actualidad. Entonces, mientras sus costos sean tan altos, no logrará entrar con fuerza en el mercado. Es ahí donde radica la importancia de los subsidios dado que permiten que nazcan nuevas empresas y se consoliden otras”, explica Olivares.
En lo referente a los colectores de agua caliente, el profesor explica que son muchas las empresas que nacen, duran dos o tres años y desaparecen, dadas las dificultades que experimentan para continuar compitiendo en el mercado. “Ahora, con la aprobación del subsidio para las empresas constructoras que instalan sistemas de agua caliente, las empresas instaladoras irán en aumento y consolidándose, dado que se asegurarán la demanda”.
Asimismo, puntualiza el experto, este subsidio no sólo va orientado a fomentar el uso de energías a nivel de políticas públicas, sino que también busca consolidar una industria a nivel país y si ésta avanza se puede inclusive comercializar en el extranjero.
nEntonces, ¿por qué se debe subsidiar este tipo de tecnologías? La respuesta es más que clara para Olivares y tiene que ver con la fuerza laboral que impulsan y la posibilidad de levantar una nueva industria en Chile. “Cuando se revisan los reportes de la Organización Internacional del Trabajo, sobre el caso de España en materia de energías renovables, la verdad es que este país no ha ganado mucho en términos relativos a su producto interno bruto, pero si ha obtenido importantes resultados en la generación de nuevos puestos de trabajo”, argumenta.
De esta forma, puntualiza que en términos macroeconómicos “ésta es la principal ganancia que se obtiene; entonces, se necesita apoyar instaladoras y gásfiter capacitados para este tipo de sistemas, subsidios, ojala, a la energía y no a la capacidad instalada, para que los productores puedan asegurar sus niveles de ventas y además puedan promover el desarrollo de empresas que fabriquen estos equipos en Chile, porque sino vamos a subsidiar a los otros países
que están fabricando esta tecnología”.
Fuente: UNIVERSIDAD / Universidad Tecnica Federico Santa Maria - 08/07/2010
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