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UTFSM | 2013

El talento sansano en ALMA

Ex alumnos de la Universidad Santa María trabajan en el Radiotelescopio más grande del mundo, ubicado en el Desierto de Atacama. Desde allí aportan con sus conocimientos y habilidades al proyecto astronómico de tecnología de punta que acaba de inaugurarse.

El talento sansano en ALMA
Comunicado de prensa

El talento sansano en ALMA

Muchos de ellos nunca pensaron en desempeñarse en un radio telescopio, otros comenzaron a colaborar con proyectos relacionados al nacimiento de este gigante de la observación espacial cuando aún eran estudiantes. Son decenas de profesionales de la Universidad Santa María, que hoy, desde múltiples disciplinas, tienen la oportunidad de aportar al mundo de la astronomía mundial: el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array, ALMA.

Desde carreras tales como Ingeniería Civil Informática, Civil Electrónica (Casa Central); Técnico en Mecánica Automotriz, en Electricidad (Sede Viña del Mar); en Mantenimiento Aeronáutico (Academia de Ciencias Aeronáuticas); Dibujante Proyectista y Mecánica Industrial (Sede Concepción), los profesionales de la USM han enfrentado el desafío de poner en marcha, junto a científicos nacionales e internacionales, este revolucionario proyecto astronómico que próximamente completará la instalación de 66 antenas que contribuirán al descubrimiento de nuevo conocimiento en torno al Universo.

Según Jorge Ibsen, Director de Computación de ALMA, el acercamiento de los primeros sansanos con el proyecto se inició el año 2004, a partir de un grupo de estudiantes de la USM que, después de hacer una práctica en el Observatorio Europeo Austral (ESO), se interesaron en aprender acerca de las tecnologías usadas por ALMA. Posteriormente, el año 2006, la Universidad ganó un proyecto financiado por el fondo ALMA-CONICYT orientado a desarrollar las habilidades y competencias para satisfacer los requerimientos futuros del Observatorio. Desde entonces los estudiantes, convertidos ya en profesionales, comenzaron a trabajar formalmente en el proyecto.

A su juicio, son necesarias ciertas cualidades como un alto grado de competencia técnica, responsabilidad y calidad, para trabajar en ALMA, “aspectos en que destacan los egresados de la USM, además de su alto nivel de entusiasmo y capacidad de trabajar en equipos multidisciplinarios”. Ibsen agrega que “la experiencia de trabajar con profesionales de la USM ha sido muy gratificante. En general, su formación muestra una muy buena combinación de competencias duras y blandas que les permite destacarse muy rápidamente como profesionales de excelencia”.

Los testimonios

Arturo Hoffstadt, es Ingeniero Civil Informático de la Universidad Santa María y se desempeña como Ingeniero de Software. A lo largo de su estadía en ALMA ha trabajado en el desarrollo del software que controla las antenas, sus dispositivos y movimientos, al igual que en el desarrollo del sistema que está encargado de planificar las observaciones. Actualmente, realiza su labor en el Operation Support Facility (Centro de Operaciones, ubicado a 2.900 metros de altitud), como parte del Departamento de Computación de ALMA. “Nuestra principal tarea es diagnosticar, identificar y resolver problemas que surjan durante las operaciones del observatorio. Además, trabajamos en las pruebas y desarrollo del software de ALMA”, afirma.

Hoffstadt define la experiencia como "un desafío en todo sentido de la expresión. En ALMA tenemos un equipo de trabajo multi-cultural, tecnología de punta, un ambiente computacional extremadamente complejo y muchas cosas que se hacen aquí no se han hecho antes en otro lugar. Por otro lado, tenemos que hacer turnos en un desierto bastante alejado de nuestros hogares, y a veces la sequedad y el clima de Chajnantor son inclementes. Considero que somos, como proyecto, un referente en muchos ámbitos, lo cual me tiene muy contento”.

Klaus Laage es Técnico en Mecánica Automotriz e Ingeniero en Gestión Industrial de la Sede Viña del Mar de la USM y se desempeña en el área de Control de Calidad. Su trabajo consiste en realizar inspecciones a todos los movimientos del área mecánica, el montaje de las antenas, traslados, caminos y potencia eléctrica.

Para él la experiencia ha sido muy enriquecedora. Afirma que “valoro tener la oportunidad de aprender algo que no sabía, no tanto por lo que pueda aportar a mi currículum si no para mi desarrollo profesional: saber de equipos que trabajan a una temperatura similar a la que hay en el espacio (-170°C), conocer tecnologías de punta que han sido desarrolladas exclusivamente para estas antenas. Cuándo uno va conociendo cómo funciona ALMA se da cuenta que esto es grande: son 66 antenas recibiendo información. Esta es analizada por un computador cuya potencia equivale como a 100 mil computadores tradicionales. Aquí todo es a gran escala”.

Benjamín Valdés, es Dibujante Proyectista, con un Diplomado en Mantenimiento Aeronáutico, y actualmente trabaja en ALMA como Técnico Mecánico. Su labor consiste en operar, instalar, ajustar y probar todos los Hardware en las antenas. También participa en programas de mantenimiento preventivo, además de asesorar y ejecutar mejoras continuas.

Sobre la experiencia de trabajar en ALMA dice que el ambiente laboral es bastante bueno y “es gratificante poder conversar con científicos o personas muy relevantes y sentirnos iguales, ya aquí todos tenemos un trabajo que si no se hace puede afectar a las operaciones. Por lo mismo, no existe alguien más importante que otro”. Agrega que en ALMA “he descubierto muchas cosas nuevas, pero tengo claro que ya no estamos para aprender: ALMA nos necesita para ejercer todos nuestros conocimientos y confía en nosotros. Esto es lo que personalmente creo hace especial este trabajo”.


Fuente: UTFSM / Comunicaciones - 26/06/2013


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