Cada vez es más común el uso de edulcorantes como alternativa al azúcar tradicional. Para cocinar tartas y dulces, en nuestras bebidas refrescantes o para endulzar el café, existen cada vez más y mejores opciones para cumplir esta tarea, permitiéndonos controlar el consumo de azucares.
El aspartamo es una de estas alternativas. Este sustituto del azúcar fue descubierto en 1968 y en los últimos años se ha convertido en una de las opciones más populares a la hora de endulzar gracias a su alto poder edulcorante, unas 200 veces mayor que el azúcar tradicional.
Como todo producto desarrollado para comercializarse y utilizarse para el consumo humano, el aspartamo ha pasado altos controles de calidad –que incluye más de 200 estudios científicos– y actualmente es aprobado para su uso por organizaciones como la Food and Drug Administration de Estados Unidos y en Europa la Autoridad Europea
para la Seguridad Alimentaria (EFSA) y por otras agencias de seguridad alimentaria en otros muchos países del mundo.
Otros sustitutos del azúcar que también han sido aprobados por las organizaciones de control de seguridad alimentaria internacionales son, por ejemplo, el ciclamato, la sucralosa, acesulfame, glicósidos de esteviol, neotamo, la sacarina...
A pesar de esto, han surgido controversias sobre si la ingesta del aspartamo es inocua o no, y algunas personas prefieren utilizar sustitutos naturales del azúcar como el edulcorante proveniente de la estevia. Estudios de la EFSA concluyen que el uso de la estevia “no daría lugar a problemas de seguridad en el nivel estimado de consumo derivados de su utilización como sustancia edulcorante” y por lo tanto ha sido aprobado su uso “en proporciones adecuadas” por la Comisión Europea.
http://www.aspartamo.es/
Fuente: EFSA / Valeska Dávila - 10/09/2012
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