Alumnos de la Universidad Técnica Federico Santa María se quedaron con el primer lugar del certamen organizado por el Departamento de Obras Civiles, mientras que en la categoría escolar, representantes del Colegio Coeducacional de Quilpué se coronaron vencedores.
Después de varios años en que el premio había sido esquivo, el primer lugar de la XI versión del Concurso de Estructuras organizado por el Centro de Alumnos del Departamento de Obras Civiles de la Universidad Técnica Federico Santa María, vuelve a quedarse en casa.
Ello, luego de que la construcción “Vuelve rodillo” superara a sus 28 contrincantes (resistió 192 kilos) y coronara a Alejandro Pinto y Moisés Méndez de Construcción Civil, junto a Samuel Faúndez, de Arquitectura, como los grandes ganadores de la jornada que contó con la participación de instituciones nacionales y argentinas.
Cada uno de ellos se llevó un netbook como premio.
“Estamos felices. Habíamos participado antes y esta fue precisamente una aplicación de todos los trabajos anteriores. Ahora pusimos énfasis en el tiempo de secado de los materiales y nos fijamos en los detalles menores para que nada nos pudiera derrumbar”, comentan los alumnos.
El segundo lugar fue para Sebastián Levi, Andrés Repetto y Luis Burgos, también alumnos de la Universidad Santa María, cuya estructura “Torre 2003” logró soportar 170 kilos. Cada uno se llevó un iPod Nano de 8G.
El grupo que obtuvo el tercer lugar está formado por Cristian Marín, Juan Torres y Gastón García, estudiantes de la Universidad Nacional de Cuyo. Los tres se llevaron un disco duro extraíble.
Pero eso no es todo, porque los escolares también pudieron participar del concurso. Militza Luppi, Ricardo Zúñiga y Ariel Figueroa, representantes del Colegio Coeducacional de Quilpué, resultaron ganadores, con una estructura que logró soportar 137 kilos (se
ubicó 6° en la tabla general, superando incluso creaciones universitarias). Éstos podrán estudiar un semestre gratis en el plantel, en caso de postular e ingresar en éste.
“Esto nos significó mucho esfuerzo. Nos corrieron pruebas y tuvimos que faltar a clases, pero finalmente todo valió la pena. Estamos muy contentos”, comentaron.
El desafío consistió en diseñar un edificio en altura que logre aguantar las mayores exigencias de la naturaleza sin colapsar y poner en peligro las vidas humanas. La idea era que los estudiantes desarrollaran nuevas ideas en materia de diseño de obras civiles, privilegiando soluciones innovadoras y arriesgadas para ver cuánta carga eran capaces de soportar con 3,2 kg de listones de madera.
Fuente: UNIVERSIDAD SANTA MARíA / Dirección General de Comunicaciones - 22/10/2009
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