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UNIVERSIDAD TECNICA FEDERICO SANTA MARIA | 2014

Con éxito finaliza Congreso de Infraestructura para la Educación Superior en la USM

La cuarta versión del evento reunió durante dos jornadas a destacados expositores nacionales e internacionales, pertenecientes tanto a la esfera gubernamental como al ámbito privado y universitario.

Con éxito finaliza Congreso de Infraestructura para la Educación Superior en la USM
Comunicado de prensa

Con éxito finaliza Congreso de Infraestructura para la Educación Superior en la USM

Positivo es el saldo con el que se baja el telón de la cuarta versión del Congreso de Infraestructura para la Educación Superior (CIES), evento organizado por la Dirección de Infraestructura de la Universidad Técnica Federico Santa María, que durante dos días sirvió como punto de encuentro para destacados expertos del área, tanto nacionales como internacionales.

Es por eso que Óscar Jalil, Director de Infraestructura del Plantel y organizador de la instancia, no oculta su satisfacción, pese al esfuerzo que significó. “Me siento orgulloso del nivel de nuestros invitados y expositores: hemos reunidos a representantes del Gobierno, el mundo empresarial, las universidades, y también oficinas de arquitectura extranjeras con foco en educación superior, que transfieren su conocimiento y nos muestran sus avances en esta materia”, detalló. “Me tiene muy contento poder realizar esta gestión, que busca que todas estas personas trabajen colaborativamente en pro de la calidad de la infraestructura educacional, tanto en Chile como en Latinoamérica. Más aún porque he podido comprobar que existe transferencia de nuestros conocimientos desde la USM, y el país en general, hacia el extranjero”.

Uno de los invitados pertenecientes a la esfera gubernamental fue Ricardo Reich, consultor del Departamento de Finanzas Institucionales de la División de Educación Superior del Ministerio de Educación, quien destacó que la infraestructura engloba no solo las construcciones, sino también los materiales y las personas, la llamada “infraestructura humana”. “Es por eso, uno de los ingredientes más importantes de la vida académica, especialmente ahora en el siglo XXI, cuando han cambiado velozmente las condiciones en que se enseña y se aprende”, sostuvo.

El experto subrayó la labor de la cartera, que ha impulsado en la última década el programa MECESUP, para potenciar el desarrollo de la educación universitaria tomando en cuenta las nuevas variables en juego. “Por un lado cómo podemos concentrar talentos entre los estudiantes y el profesorado, y por otro, cómo tener espacios adecuados para estudiar y recopilar información, además de los servicios y el apoyo estudiantil que son requeridos”, explicó. “Por eso un evento como este, organizado por la USM, tiene una suma importancia, porque permite dejar en evidencia la importancia que tiene el ir más allá de las personas, viendo todo lo que está involucrado para que ellas puedan aprovechar su potencial.

Crisis y soluciones

La actividad tuvo numerosos expositores internacionales. Entre ellos, Patrick Tedesco, Principal de la firma arquitectónica NBBJ, quien vino a mostrar cómo el área ha debido lidiar con campus completos, que además han crecido mucho en los últimos 50 años. Esto ha obligado a crear planes maestros especiales, destacándose los rápidos proyectos en países como China. “Hay casos especiales en Estados Unidos, que lidian con campus de mitad de siglo y deben conjugarlo con tener mejor respuesta a los desafíos actuales en la educación”, comentó.

No obstante, una gran crisis ha complicado las cosas: el costo de la educación y cómo se incrementa en un rango que es insostenible. “Las instalaciones, infraestructura y ambientes de investigación son muy caros y es importante que las universidades sean estratégicas en cuanto a dónde ponen los recursos”, subrayó.

Más aun teniendo en cuenta que aunque hoy hay más estudiantes que nunca en los campus estadounidenses, contando los alumnos no tradicionales que, por ejemplo, toman clases en las noches, la cantidad de estudiantes que ocupa la universidad durante cuatro años de manera tradicional es bastante menor, lo que impacta en los costos. “La planificación tiene que ser inteligente, estratégica, tiene que hacer uso de las instalaciones existentes de manera creativa, porque la tendencia de simplemente construir desde cero, ya no es sostenible”, sentenció.

También hay iniciativas de organismos como el Banco Interamericano del Desarrollo (BID). Carlos Gargiulo, Coordinador General de Aprendizaje en Escuelas del Siglo XXI, de la Cooperación Técnica de Bienes Públicos Regionales de dicha organización, explicó que en el transcurso de tres años, este proyecto pretende obtener logros utilizables por toda la región a nivel escolar. “Muchas veces se trae la colaboración de técnicos internacionales, pero sus ideas no son totalmente aplicables a nuestros medios”, señaló. “Procuramos que si hay un consultor, logre consenso con los técnicos locales; lógicamente hay países más avanzados que otros en algunos tópicos, pero la idea es que con la colaboración se provoque un equilibrio y avancemos en conjunto”.

Consultado respecto a las problemáticas a resolver en dicho ámbito, el experto –Ph.D. en Economía de NCSU y dueño de una larga trayectoria en el BID, donde alcanzó el cargo de Lead Education Economist– responde que una de las cosas que saltan a la vista es que los países suelen censar sus infraestructuras escolares de forma muy aislada. “Son como elefantes blancos: grandes volúmenes que se renuevan cada 10 años. Lo que buscamos ha sido crear un censo regional que permita que esto sea más ágil, seleccionando las variables realmente influyentes en la toma de decisiones. Es decir, creamos una herramienta que permite resolver qué hacer y qué priorizar, estableciendo a la vez los costos”, detalló.

Tener mediciones e indicadores más estandarizados en distintos países permite mejores comparaciones de la situación de la región. “También estamos estudiando cómo invertir mejor en el confort del estudiante y el profesor en el aula”, agregó, “evaluando factores como la temperatura, el ruido, la humedad relativa, el nivel de dióxido de carbono, etc.”. De hecho, aseveró que en este último caso, países como Chile y Argentina tienen en el aula mayores niveles de dióxido de carbono que los que están en Centroamérica, que están más abiertos al medio ambiente y no requieren calefacción.


Fuente: UNIVERSIDAD TECNICA FEDERICO SANTA MARIA / Comunicaciones - 05/09/2014


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