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UNIVERSIDAD TECNICA FEDERICO SANTA MARIA | 2011

Científico de la USM analiza los avances tras la búsqueda de “la partícula de Dios”

Dr. Claudio Dib es parte del staff de expertos del Plantel que colabora con ATLAS, uno de los experimentos del CERN, que ayer presentó una videoconferencia a nivel mundial para dar cuenta de la investigación.

Científico de la USM analiza los avances tras la búsqueda de “la partícula de Dios”
Comunicado de prensa

Científico de la USM analiza los avances tras la búsqueda de “la partícula de Dios”

Tras la videoconferencia a nivel mundial realizada por científicos del Centro Europeo Investigación Nuclear (CERN), la gran conclusión es que aunque todavía no se descubre la existencia del bosón de Higgs (también conocido como “la partícula de Dios”), hay una zona acotada donde seguir investigando.

La exposición fue vista por académicos y estudiantes de la Universidad Santa María, donde un grupo de expertos que supera la veintena ha colaborado con ATLAS, uno de los experimentos que conforman el Gran Acelerador de Hadrones (LHC), junto al otro experimento que es CMS.

El Dr. Claudio Dib, miembro del

Grupo de Física de Altas Energías, destaca los avances del proyecto, que trabaja acelerando haces de protones en direcciones contrarias, casi al 100% de la velocidad de la luz. “Luego de un año en el cual la máquina estuvo detenida, empezó a tener cada vez más “luminosidad” (colisiones por segundo) y a mostrar un funcionamiento espectacular: en un par de semanas se habían producido más choques que en todo el lapso anterior desde su puesta en marcha”.

El acelerador es un anillo de 27 kilómetros de circunferencia y está dotado de cuatro detectores subterráneos de gran tamaño, que generan unos 20 millones colisiones por segundo, aunque sólo un bajo porcentaje puede ser analizado. “Según nos cuentan, funciona tan bien, que incluso tienen un problema que ya estaba previsto: si la luminosidad es demasiado alta, la cantidad de colisiones es tan grande que los detectores pueden no alcanzar a separar un choque de otro, lo que se denomina pile-up o apilamiento”, explica.

Un éxito en desarrollo

nAunque los propios voceros reconocieron durante la conferencia –seguida con atención por el mundo científico–, que es prematuro adelantar conclusiones, sí comunicaron avances, partiendo por la precisión alcanzada, superior incluso a sus expectativas.

“Todo el modelo estándar referente a tipos de partículas y su interacción entre ellas ha calzado, exceptuando el bosón de Higgs y eso es lo que lo hace tan llamativo, porque si no está, algo hay que modificar en este modelo”, señala. “Por lo que decían hoy, los experimentos no pueden concluir que exista, pero sí lograron excluir, en los canales que pueden observar en los choques, una zona donde ya no puede estar, que es bastante grande, pero bastante esperable también”.

En principio, Higgs debiera tener una masa posible hasta unos 900GeV, pues “más allá no tiene sentido buscarlo, no es una partícula que se pueda ver”, distingue. El paso adelante es que las pruebas arrojaron con un nivel de confianza sobre 95% que no es posible que exista con

masas entre 140 y 600 GeV, por lo que ahora hay que rastrearlo en los extremos superior e inferior.

Pero hay además otro antecedente. “los experimentos muestran un pequeño exceso aparente en la zona entre 115 y 130 GeV, aunque no se atreven a anunciar que hay algo concreto, porque la cantidad de datos todavía es insuficiente para estar seguro. Por eso, dado que están viendo una posible zona sospechosa, creo que van a priorizar ahí la búsqueda, analizando más los datos y programando más colisiones y estadísticas”, adelanta.

Sobre la importancia de este potencial hallazgo, dice que el bosón de Higgs “por ahora tiene un interés netamente científico, pues permite entender la teoría más fundamental que rige la materia”. No podemos vislumbrar que el bosón de Higgs tenga una utilidad en sí mismo, pero entender la materia a nivel subatómico, nuclear, sí ha permitido comprender muchas otras cosas, conocimientos que a su vez nos han posibilitado desarrollar tecnologías e instrumentos que pueden ver lo

que hasta entonces era invisible para nosotros”, subraya. “Vemos cosas del mundo que antes no veíamos”.

Dib también destaca que, más allá de los anuncios específicos, esta exposición coordinada da cuenta del éxito que ha tenido el proyecto, que coordina a grupos de científicos de todas partes del mundo. “En ATLAS, por ejemplo, hay 37 países. Haber conseguido esto, sin precedentes, es un gran logro de organización y colaboración humana”, finaliza.


Fuente: UNIVERSIDAD TECNICA FEDERICO SANTA MARIA / Comunicaciones - 14/12/2011


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