La actividad “Operación urbana” desafió a los estudiantes de ambos Planteles a discutir nuevas ideas sobre el mejoramiento de una ciudad como Valparaíso, que tiene un serio déficit de áreas verdes.
Un interesante trabajo conjunto es el que planteó el workshop “Operación urbana”, realizado recientemente en el Departamento de Arquitectura de la Universidad Santa María. La actividad tuvo como anfitrión al Taller 1 de Arquitectura de dicha Casa de Estudios, quienes junto a sus profesores Raúl Solís, Marion Koch, Francisca Rodríguez, Francisco Ibarra y Claudio Fredes, recibieron como visitantes a los miembros del Taller de Primer año de Arquitectura de la Universidad Austral de Chile.
Fue así como 75 alumnos de dicho Plantel, acompañados de los académicos Eric Arentsen, Tirza Barria y Cristian Valderrama, visitaron la USM para aceptar el desafío planteado a los estudiantes: abandonar las imágenes conocidas y buscar soluciones para la densificación de la ciudad de Valparaíso, favoreciendo el espacio público y las áreas verdes.
Raúl Solís, Jefe de carrera de Arquitectura USM, manifestó que el taller cumplió varios objetivos. Uno de ellos fue reunir a alumnos de dos distintas universidades, ambas regionales, con características muy claras. “Una establecida en una ciudad fluvial, en el sur, mucho más provincial que la nuestra, cerca del mar y de la capital, lo que permite que los estudiantes encuentren visiones y entendimientos distintos de una misma problemática, la arquitectura”, destaca.
Derivado de esto, otro propósito fue producir nuevas ideas respecto al mejoramiento de una ciudad, de una forma casi “quirúrgica”, idea que se plasmó en el título de la actividad.
Calidad de vida
Para Eric Arentsen, profesor de primer año de la institución invitada, se buscó pensar con los alumnos “una ciudad posible. Valparaíso tiene cosas buenas, como la densidad de su población, sin embargo, uno de los índices de calidad de vida es el porcentaje de áreas verdes, y en eso está muy por debajo de la norma internacional”.
Ante esto, afirma que el desafío fue definir cómo se logra una ciudad lo suficientemente densa como para tener ojalá a más gente viviendo en Valparaíso, pero con más áreas verdes y lugares de esparcimiento. “Es un problema nacional, tenemos las mismas dificultades en todos lados. En Valdivia y el sur en general hay más áreas verdes, pero no están bien cuidadas, no hay grandes parques. Son naturales pero pasa lo mismo con las quebradas en Valparaíso: pueden haber muchas, ¿pero cuántas son habitables? Ese es el tema, hay un déficit nacional y no está dentro de las políticas públicas tampoco”, sostiene.
La idea según Raúl Solís fue intervenir en una realidad de ciudad, a través de la incorporación de una densificación con la consideración del espacio verde como nutriente de la misma. “La mirada de los estudiantes de primer año es fresca e ingenua: no tienen conocimientos mayores respecto del territorio o el urbanismo, sin embargo, sí tienen bastante posibilidad, desde esa ingenuidad, de traer ideas nuevas, que podrían incluso parecer descabelladas”, opina.
Para finalizar, añadió que “nuestra carrera está inmersa en una universidad eminentemente ingenieril y, por lo tanto, tiene responsabilidades y oportunidades respecto a la ciencia y la tecnología. No nos complica entonces recibir una mirada y una aproximación distinta a la arquitectura, porque nos hemos dado cuenta de que tenemos como carrera la capacidad de ser plataforma de discusión: ellos vienen, nos regalan una metodología con la cual trabajamos y vemos los resultados. Esa hospitalidad habla de un sentido general de la carrera”.
Fuente: UNIVERSIDAD TECNICA FEDERICO SANTA MARIA / Comunicaciones - 16/10/2013
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