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UNIVERSIDAD TECNICA FEDERICO SANTA MARIA | 2012

USM investiga propiedades de biopolímero usado para mejorar procesos de cicatrización

Iniciativa del Centro de Biotecnología, encabezada por el investigador Cristian Acevedo, busca descifrar el positivo comportamiento de estos biomateriales en el tratamiento de graves lesiones en la piel.

USM investiga propiedades de biopolímero usado para mejorar procesos de cicatrización
Comunicado de prensa

USM investiga propiedades de biopolímero usado para mejorar procesos de cicatrización

El Centro de Biotecnología “Dr. Daniel Alkalay Lowitt” (CB-DAL) de la Universidad Técnica Federico Santa María se adjudicó un Fondecyt para llevar a cabo el proyecto “Improvement of Gelatin/Chitosan/Hyaluronan Biopolymers Used in Tissue Engineering by an Ageing Approach”, iniciativa que tiene como principal objetivo indagar científicamente el buen funcionamiento que ha demostrado un biopolímero en la regeneración de la piel.

El compuesto está constituido por gelatina –derivado de colágeno-; quitosano –molécula extraída de la caparazón de los crustáceos-; y ácido hialurónico –componente muy utilizado en alta cosmética-.

Como cuenta el investigador Cristian Acevedo, quien encabeza este proyecto, “se prepara una lámina porosa donde pueden insertarse células de diverso tipo. En este momento, estamos trabajando con células de piel, pero también se ha hecho con células de cartílago”.

Desde mediados de la década pasada, el CB-DAL ha seguido de cerca el comportamiento de este biomaterial, obteniendo dos proyectos FONDEF previos, dada su importancia en la ingeniería de tejido. Lo que se busca ahora es descubrir por qué funciona tan bien.

Buscando el por qué

“Con esta lámina podemos reemplazar tejidos dañados, disminuir cicatrices o sanar quemaduras bastante graves. Esto ya existe, no es un invento nuestro, se usa a nivel quirúrgico”, explica Cristian Acevedo, añadiendo que lo que se pretende es trabajar con este biomaterial que ya se conoce y estudiar la interacción entre las células de la piel y el polímero, porque al ser depositadas sobre este, empiezan a crecer y a proliferar, colonizando su superficie. “

Pueden reconocer ciertas partes del polímero que estimulen su proliferación y promuevan vías de cicatrización; eso es positivo, porque las células pueden estar presentes, pero no necesariamente ejercer una acción de cicatrización”.

Por ende, lo que se quiere descifrar con este proyecto es “por qué esta superficie en particular es favorable para las células, por qué se comportan como si estuvieran en un ambiente propicio para poder proliferar y regenerar la piel. En el fondo, qué es lo que hace especial a esta mezcla”.

Para ello, la iniciativa seguirá dos líneas: una biológica, que monitoreará a las células propiamente tal; y una matemática, que se enfocará en la microestructura del polímero, un material orgánico que se rige por leyes termodinámicas. “Basándose en los resultados de ese modelo matemático, queremos tratar de correlacionarlo con los ensayos biológicos, para ver si hay una relación entre la conformación del polímero y la respuesta de las células”, clarifica.

Respecto a sus

posibles repercusiones, el experto es claro. “Este proyecto en específico no es aplicado, es netamente científico. Si logramos averiguar por qué resulta y validamos la hipótesis que hay detrás, podemos mejorar el producto y quizás ahí podríamos hablar de un impacto. Pero el producto como está ya lo tiene, se está aplicando, no a gran escala, pero resulta bastante bien”, sentencia.


Fuente: UNIVERSIDAD TECNICA FEDERICO SANTA MARIA / Comunicaciones - 15/03/2012


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