Se abrió la Cordillera

Se abrió la Cordillera

La cordillera no es límite; también es apertura. Asidos a ese concepto resulta obvio que el cierre del penal “Cordillera”, se convierte en un hito y a la vez es quicio para el reencuentro. No obstante el cierre del recinto para criminales de lesa humanidad, no debe obnubilar a nadie. Los contextos en que se decidió su ejecución y construcción, son distintos al momento en que se decide su término para la función que le dio sentido. Más que cegarse y llenar de loas a la acertada decisión que el primer mandatario tomó, debe instar a una profunda reflexión a la dirigencia de “Nueva Mayoría”. Instarlos a planificar cómo será su futura relación con la ciudadanía, porque “Cordillera” no solo había en Santiago de Chile, los hay en todas las grandes ciudades, porque el concepto que tensionaba el recinto penitenciario era el del privilegio mal habido.

De éstos encontramos muchos en nuestro país, incluida la cuestionable dieta de nuestros honorables, la segregación viciosa en todos los ámbitos de nuestra realidad nacional, desde la educación hasta el sistema tributario de las grandes empresas. Es cierto que los hombres no son todos iguales, ¿pero son tan diferentes al punto de replicar exponencialmente, los privilegios de algunos por sobre las carencias de muchos?. La Nueva Mayoría debe aprovechar positivamente la decisión de un presidente de derecha, y considerar que a la luz de ese crisol debe pautar su futura administración.

Una segunda lección es posible. Chile da al mundo una señal de prudencia y buen gobierno al haber levantado esa penitenciaría en un gobierno de izquierda, y haberla cerrado en un gobierno de derecha. Por cierto que el cálculo político es el que da sentido a lo obrado en los dos casos, pero éste es el de las grandes ligas. Se escucharon los signos de los tiempos en el largo plazo, y simultáneamente se morigeran las pasiones en aras del bien superior del estado.

El hito ha quedado instalado, el logro es de la derecha, así quedará en los textos de historia escolar, pero el quicio puede ser de la izquierda si sabe aprovecharlo. Que el regreso al poder ejecutivo no solo sea una fiesta de reparto de cupos, empleos, favores, dietas, licitaciones, y demases, que en la futura gestión se lea a ojos vista que hay un espíritu de justicia y equidad en todas sus acciones, y siempre inspirado en la prudencia como valor superior. Que la pregunta, ¿qué te pasó concertación que no cerraste tú el penal Cordillera?, sea respondida consistentemente durante cuatro años, mediante una gestión amparada en la claridad de objetivos democráticos de la Nueva Mayoría, y por ningún motivo arrogancia, a la ciudadanía ya no le bastan las credenciales anti-dictadura de la Concertación, máxime cuando Sebastián Piñera ha pasado a la historia como el líder de la derecha anti-fascista. Su imagen penderá en 2018.

Fuente: UTFSM / Comunicaciones - 27/09/2013