Equipo multidisciplinario que presentará un prototipo de helicóptero a escala reducida, programado para volar y realizar acciones en forma autónoma, son los primeros latinoamericanos en participar en la competencia especializada, que se realizará en agosto en Grand Forks, Dakota del Norte.
Seis estudiantes de la Universidad Técnica Federico Santa María son los integrantes del “Equipo de Desarrollo de Vehículos Aéreos No Tripulados” que se medirá con 13 rivales en la 20ª Competencia Internacional de Robótica Aérea (International Aerial Robotics Competition, IARC), a realizarse entre el 8 y 13 de agosto en Grand Forks, Dakota del Norte.
Se trata de un equipo multidisciplinario conformado por Linus Casassa y Patricio Castillo (Ingeniería Civil Electrónica); Martín Eliceiry, Iván Clavero y Frederik Knop (Ingeniería Civil Mecánica);
y Gonzalo Vallejos (Ingeniería Civil Informática), además de la publicista Eileen Barlow.
El prototipo que presentarán es un helicóptero a escala reducida que vuela, controla altura y dirección, determinando además la trayectoria a seguir en forma autónoma. El jefe del proyecto, Linus Casassa, explica que “el prototipo se programa y luego de apretar play, por así decirlo, debe ser capaz de hace todo solo”.
“El desafío del concurso es cumplir una prueba, que es entrar en un complejo militar simulado, reconociendo la oficina de un oficial determinado, entrando y capturando un pendrive que está encima del escritorio, y reemplazándolo por otro idéntico. Luego, salir sin ser detectado por las cámaras ni por los guardias; todo en 10 minutos”, añade su compañero, Martín Eliceiry. Un recinto militar cuyas paredes irán cambiando, de forma que el robot esté forzado a reconocer las puertas y pasillos, y lograr el objetivo. Las expectativas son altas: “Somos el primer equipo latinoamericano en participar
en los 20 años que lleva el concurso”, destaca Casassa, agregando que por eso buscan financiamiento para costear el viaje.
Una apuesta a largo plazo
Varios de los miembros del equipo ya habían realizado una investigación sobre prospección submarina, apoyada por fondos concursables. El año pasado volvieron a adjudicarse uno y los resultados de la investigación son los que están plasmando en este prototipo.
Y es que las aplicaciones son variadas. “Actualmente el tema de las prospecciones mineras es complicado, porque tienes que tener al geólogo y a todo el equipo arriba de un avión, aproximándote mucho a la cota cero del cerro, para que los sensores puedan tomar buenas mediciones”, describe Eliceiry. “Si puedes generar un equipo autónomo, que sea capaz de reemplazar a ese piloto y ese geólogo que van en el avión, se genera un avance considerable en el desarrollo minero, algo que se puede aplicar en otros campos, como la pesca o la glaciología”.
Es la apuesta de este laboratorio
que se está formando en la USM: desarrollar nuevas aplicaciones de esta tecnología, lo que podría generar nuevas oportunidades para los alumnos del plantel dado su carácter interdisciplinario.
“Esta iniciativa surgió como inquietud de los estudiantes, pero nosotros estamos muy entusiasmados con la idea”, manifiesta Milan Derpich, profesor del Departamento de Electrónica y uno de los académicos involucrados en la apuesta. “Los equipos y los conocimientos quedarán para el próximo año, para así progresar y construir sobre lo que se aprende. Esa es la idea: va a haber un lugar y personas para continuar esto, dándole la oportunidad a estudiantes futuros, para hacer trabajos de memoria y título. Iremos mejorando progresivamente con los años y eso es lo bueno, éste es el comienzo”.
Fuente: UNIVERSIDAD TéCNICA FEDERICO SANTA MARíA / Comunicaciones - 29/06/2011
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