Alumnos proponen la utilización de desechos orgánicos de animales para desarrollar una tecnología simple que permite ahorrar. Conocimientos que pretenden traspasar a la comunidad.
Dar una alternativa al suministro energético de la comunidad rural o semi rural, utilizando desechos orgánicos y una simple operación, es el objetivo del proyecto “Desarrollo e implementación de Biodigestores Anaeróbicos en Chile (DIBAC)” ejecutado por sansanos y financiado por el Programa de Iniciativas Estudiantiles Académicas (PIE>A) de la Universidad Santa María.
En 2009, Carolina Ugalde (Ingeniería Civil Ambiental) y Miguel Fagalde (Ingeniería Mecánica Industrial) comenzaron a investigar sobre el biogás y a hacer experimentos, interesados en esta forma de producir energía con desechos que comúnmente son utilizados solo como fertilizantes naturales. Al año siguiente, se unieron Angélica
Durán (Ingeniería Civil Química), Franz Fahrenkrog (Ingeniería Civil Informática), Mauricio Barahona (Ingeniería Civil Mecánica) y Francisco Nannig (Ing. Civil Mecánica), quien ya había realizado investigaciones en el tema y se encargó de potenciar el proyecto.
Finalmente, diseñaron un sistema que cuenta con dos estanques de almacenamiento para los desechos de vacas y caballos, que solo mezclados con agua y luego de diez días, por su descomposición, producen gas metano. Este se conduce a un contenedor que funciona como gasómetro -que cuenta con válvulas de seguridad- donde se almacena el gas. Luego, por medio de una simple conexión, va hacia un quemador que puede conectarse a una cocina convencional produciendo hasta 30 minutos de biogás.
“Instalamos el sistema en el Fundo El Chagual (Limache) donde estuvo funcionando durante dos meses”, indicó Miguel Fagalde. Los buenos resultados de la experiencia concluyeron en que los dueños de la propiedad decidieran instalarlo de forma permanente. “
Justamente nuestra idea es que los mismos usuarios puedan armarlo. Se realiza con elementos simples (contenedores plásticos, tuberías de PVC, quemador) y su costo no excede los 75 mil pesos”.
Considerando la acotada cantidad biogás que produce, los alumnos consideraron en el diseño la posibilidad de aumentar fácilmente la red de contenedores con lo que crece también la producción. “Como toda energía renovable tiene algunas limitantes, por eso la idea es que sea un sistema modular”, afirmó Miguel Fagalde, conformando así una batería de Biodigestores donde cada módulo puede ser activado en periodos diferentes para asegurar un suministro continuo de biogás. De esta manera se adapta la solución a la demanda específica del lugar.
Luego de haber conseguido los resultados esperados con el proyecto, los alumnos se replantean su continuidad. Si bien es una posibilidad real para desarrollar un negocio sustentable, en este momento las prioridades son otras. “La idea es motivar a otros alumnos a
participar del proyecto, mejorarlo y traspasar ese conocimiento a la comunidad”, finaliza Fagalde.
Fuente: UTFSM / Comunicaciones - 05/07/2011
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