Sofía Letelier, alumna de la carrera de Ingeniería en Diseño de Productos de la Universidad Santa María tuvo una desafiante práctica profesional el Condensa.
No es lo que usualmente realiza un Ingeniero en Diseño de Productos en una empresa. Pero Sofía Letelier, alumna de la Universidad Santa María, se lo tomó como un gran desafío en el marco de su práctica contextual y profesional en Condensa, compañía con más de cuarenta años en el mercado, líder en el desarrollo y fabricación de envases extruidos de aluminio monoblock, que cuenta con clientes con marcas como Avon y Andrómaco, entre otros.
¿La problemática del proyecto de práctica? Medir y definir cuáles son las variables que influyen en el cambio del color del envase de aluminio una vez terminado, comparando las diferentes líneas de producción y en diferentes períodos de tiempo.”
Si se hacía un envase en marzo por ejemplo, y después se lanzaba en julio, el color cambiaba. Lo que ellos querían que yo investigara era por qué pasaba eso, pues muchas veces tandas de productos enteras eran rechazadas por los clientes o por el mismo control de calidad interno de la empresa”, explica Sofía, “pues la marca se ve afectada en cuanto al color corporativo, si finalmente no representa lo que el cliente quiere proyectar ni la manera en que está posicionado en el mercado”, puntualiza.
“En un comienzo fue complejo, ya que no conocía el proceso productivo y porque consideraba que era un tema que se alejaba de la parte más creativa de Ingeniería en Diseño de Productos. Sin embargo, me di cuenta que hay muchas innovaciones y aplicaciones creativas que se pueden hacer en otras áreas, como en este caso, la línea de producción”, opina la joven, quien debido al estudio relativo a las primeras semanas de práctica, análisis en terreno y conversación con los operarios, logró identificar que la variable
más influyente y predominante en la variación del color de los envases era la temperatura del material en el momento de ser impresos.
Para ello se hizo necesaria la elaboración de ensayos que lograran entregar información empírica de cuánto afectaba realmente el cambio de temperatura al resultado gráfico final de los envases y de qué manera. De esta forma, surge el diseño de cinco ensayos, con los cuales se busca obtener datos y estadísticas que respalden esta variación gráfica, que si bien era de conocimiento de todos, no se sabía con exactitud en qué medida afectaba la calidad gráfica final, cuyo proceso productivo no siempre era trabajado bajo la temperatura ideal. Dicha situación sometía a variaciones las propiedades de las materias primas, con lo que se alteraba el resultado final que dependía, asimismo, fuertemente de la habilidad del maestro impresor.
“Tuve que leer muchísimo para entender el proceso productivo y también sobre estudios del color y los instrumentos para medir la
experiencia del observador con él”, detalla Sofía quien agradece de la formación de IDP el desarrollo de habilidades para observar, relacionarse y gestionar acciones con diversos tipos de personas y también la capacidad de presentar y defender hipótesis y propuestas, que fue en lo que consistió su proyecto de práctica.
Sofía nunca imaginó que le asignarían un proyecto como el que desarrolló, primero por la envergadura de éste, y además por el campo laboral en el que se tuvo que desempeñar, donde no se probó en el área creativa de un producto nuevo o en el rediseño de uno antiguo como suele suceder en la mayoría de las experiencias de práctica.
La práctica en Condensa le permitió relacionarse con profesionales muy experimentados en diversas áreas, “junto con el estudio tanto del proceso productivo, además del análisis de variables e información arrojada de los ensayos desarrollados, lo que logró generar en mí un carácter de iniciativa y seguridad en mis capacidades, que hoy en día son
herramientas indispensables del diario vivir”, considera esta futura Ingeniera en Diseño de Productos, quien se atrevió a asumir un riesgo sin arrepentirse en lo absoluto.
“La investigación y análisis que yo hice fue algo que nunca se había hecho en Condensa. Siempre hay un puente entre finanzas, producción, diseño e innovación, pero en las empresas no pasa porque no hay nadie que sea tolerante ni conozca todas esas áreas. La habilidad de un profesional de IDP está en entenderlas y entrelazarlas y convertirse en un puente positivo que permite dar paso a la innovación desde la optimización de los procesos más sencillos”, remata la joven.
Fuente: UTFSM / Comunicaciones - 04/01/2012
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