Los secretos del gas metano

Los secretos del gas metano

Un estudio liderado por el Instituto de Estudios Espaciales (NASA) arrojó resultados nunca antes vistos en relación al calentamiento global. Se trata del gas metano, cuyo impacto en la temperatura global del planeta es un 30 por ciento mayor que lo proyectado, según las conclusiones del profesor Drew Shindell, de la NASA, donde se indica que este componente ha sido subestimado por años en relación al fenómeno climático.

Siempre a la sombra del mayor responsable del alza en las temperaturas del planeta (Dióxido de Carbono, CO2), el metano es el segundo gas de efecto invernadero de mayor impacto en el ambiente, responsable de 1/5 del aumento de la temperatura global.

Pero ¿qué sabemos del metano? Según el Dr.

Alejandro Sáez, Ingeniero Mecánico, Doctor en Ingeniería y académico de la Universidad Técnica Federico Santa María, “el metano tiene 33 veces mayor efecto invernadero que el anhídrido carbónico (CO2). Por lo tanto, si emitiéramos la misma cantidad de metano que la que estamos emitiendo hoy día de CO2, tendríamos 33 veces más efecto invernadero que el actual”.

Como explica el especialista, el CO2 es el gas de efecto invernadero de referencia en el planeta, porque es el que tiene mayor emisión en el producto de la combustión de fósiles. “Los escenarios que hay proyectados para el mundo dicen que para el año 2030 habrán 450 PPM (partes por millón) de anhídrido carbónico en la atmósfera en la Tierra, lo cual produciría un aumento en la temperatura global de la Tierra en 2°C. Sin embargo, si fuera con gas metano, en vez del año 2030, este fenómeno se produciría el 2010 o muchísimo antes”.

Sin embargo, la meta de 450 PPM es la más estricta establecida, por lo que de no cumplirse las proyecciones

presentadas, cabe la posibilidad de que se produzcan 550 PPM (o más), con un aumento de 3°C.

Para el año 2030, en relación a la emisión de gases de efecto invernadero, Sáez es enfático en señalar que “si seguimos así, tal cual como lo hemos estado haciendo desde 1980, la temperatura global debería aumentar 6°C (según estudios de la Agencia Internacional de la Energía), ya que en total habríamos duplicado las emisiones”. Y sobre los efectos que esto podría tener, ya se ha hablado de que parte de Europa (y de Valparaíso) podría quedar bajo el agua, mientras los inviernos serían más cálidos (12°-15°) y los veranos más que sofocantes.

Biogás

Las mayores fuentes de metano no son producidas por el hombre -en contraposición a las de CO2-, sino que son de origen natural. Por este motivo, como señala el profesor Sáez, éstas son difíciles de controlar.

“Las mayores fuentes de emisión de metano se encuentran en los animales, principalmente en el proceso digestivo de los bovinos (los seres

humanos también lo portamos en nuestro interior), y el aumento de la ganadería en el mundo ha tenido un impacto significativo en la cantidad de metano que se emite. Otra fuente que es difícil de manejar es la transformación biológica (pudriciones) en pantanos, donde hay una enorme emisión de este gas. Por último, en el mar también se produce mucho metano, sobre todo en la pudrición de las algas en el fondo del mar”.

Como estas fuentes siempre han existido -y seguirán existiendo- el manejo es sumamente complicado. Sin embargo, en la parte antropogénica, la situación cambia. En los rellenos sanitarios por ejemplo, donde existe un alto porcentaje de biogás, se quema el metano con antorchas para no contribuir al efecto invernadero, y sobre todo para que ese metano no tenga mayor efecto que el CO2.

“Desde el punto de vista energético eso es una aberración, porque estamos quemando sin aprovechar la energía, pero eso a su vez tiene otra connotación, porque a la gente se le paga por los bonos de

carbono, entonces hay un ingreso económico sólo por el hecho de quemarlos, sin aprovechar la energía. Asimismo, es posible reducir el impacto que producen los bovinos utilizando el estiércoles de todos los desechos y producir biogás a través de biorreactores, para luego ocuparlo como elemento de combustión”, explica el experto.

Consideraciones del metano

Como explica Alejandro Sáez, el metano puede ser dañino como todos los hidrocarburos. Si un ser humano respira metano (al igual que petróleo o bencina), puede morir. Sin embargo, este gas es uno de los combustibles menos peligrosos en cuanto a su manipulación, porque es más liviano que el aire.

“Si uno tiene una fuga de metano, éste sube, ya que es más liviano que el aire. Pero si sucede lo mismo con el propano (gas licuado), la situación cambia, ya que éste es más pesado que el aire y se queda en el piso. Por este motivo, si hay una filtración de gas licuado, se deben abrir las puertas y ventanas y barrer el gas con una escoba, a pesar

de que no se vea”.

El Chile, el gas natural está compuesto por más de 90 por ciento de gas metano, y éste es incluso más difícil de encender que la leña, por lo que en lo que respecta a su manipulación, es bastante más seguro que el gas licuado.

Fuente: UTFSM / Comunicaciones - 30/10/2009