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UTFSM | 2009

La importancia de una legislación sobre paisaje urbano para evitar la

Con motivo de las próximas elecciones y la correspondiente sobreexposición de propaganda política en los espacios públicos, la profesora de Arquitectura de la Universidad Santa María y especialista en el temas urbanos, Marcela Soto, plantea la urgente necesidad de establecer normas sobre la colocación de publicidad en nuestras ciudades.

La importancia de una legislación sobre paisaje urbano para evitar la
Comunicado de prensa

La importancia de una legislación sobre paisaje urbano para evitar la

“Colocar mensajes a la ciudadanía a través de letreros comerciales es algo que ha estado presente en la historia del mundo. La publicidad es parte de nuestro ser en sociedad y constitutivo a la creación de nuestras ciudades. La publicidad es cada vez más, algo inherente a lo que somos, y parte de la imagen de vitalidad que nuestras ciudades exhiben”, señala Marcela Soto, académica del Departamento de Arquitectura de la Universidad Técnica Federico Santa María y experta en paisaje urbano.

Sin embargo, pone especial énfasis en que “controlar y

legislar, no es estar en contra de que existan momentos en que se exponga a la ciudadanía el acontecer diario, como las presidenciales en nuestro país, pero hay que definir lugares específicos para instalar anuncios publicitarios, de tamaño y soporte adecuado”.

En este sentido, “el tema de la contaminación visual según la profesora, ha estado presente en grandes y pequeñas urbes, no solo porque pertenece a una de las diversas dimensiones del cuidado del ambiente, sino porque preservar el entorno visual de su saturación está ligado a la salud de sus habitantes. Es por esto que en época de elecciones la proliferación de espacios de publicidad que ocupan muros, quebradas y frentes en todos los espacios de la ciudad, desdibujando el perfil arquitectónico y desfigurando el clima propio de barrios y avenidas en nuestra región, se hace más urgente e importante de abordar”, explica Soto.

“La indefinición de las normas que regulan los anuncios publicitarios y la implantación de elementos que impiden

una lectura armónica del medio urbano es urgente, sobretodo aquellos que están asociados a infraestructura de telecomunicaciones, servicios e infraestructura de transporte, como los grandes corredores visuales que se han instaurado ligados a las concesiones de autopistas urbanas”, sostiene la académica.

Según la docente, la contaminación, no sólo se vincula a un desorden estético, que irrumpe en el espacio público y que termina degradando las condiciones de vida de la población, sino que refiere a transgresiones capaces de provocar graves accidentes, poniendo en riesgo la seguridad de todos los ciudadanos.

Soto asegura que “la percepción es el punto de partida para la formación de la imagen urbana, y su relación constituye la memoria individual y colectiva que tenemos de la ciudad. El paso de la monotonía al caos visual es constante y no tenemos conciencia cuando la lectura ordenada del paisaje se puede hacer imposible. Lo que está claro, es que cada vez las ciudades están más plagadas de

letreros y tanto municipalidades como legisladores no ven la urgencia en tomar medidas concretas sobre este tema”.

Participación ciudadana

En Valparaíso, ciudad patrimonio de la humanidad, la preservación de un entorno cultural y físico es fundamental. Por ello, el tema de la contaminación visual adquiere especial importancia.

De acuerdo a lo planteado por la académica de la USM, una de las primeras medidas que se deben tomar es legislar; sin embargo, destaca que los ciudadanos también están llamados a participar y hacer algo por su entorno visual.

“Hoy en día la sociedad civil debe jugar un rol importante en los procesos de desarrollo de nuestras ciudades y deben ser incidentes en los procesos de políticas públicas a través de mecanismos de participación ciudadana. En la medida que aunemos voluntades para salvaguardar un ambiente urbano más armónico seremos capaces de influir en un patrimonio común”, asegura Marcela Soto.

En este contexto, según lo planteado por la

docente, la publicidad tiene aspectos buenos y malos, así como puede comunicar fácilmente ciertos tópicos, también puede matar otros. “Creo que en este tema la sociedad civil, es muy fuerte, puede lograr cambios importantes para la ciudad, teniendo no sólo voz, sino voto al momento de legislar”, concluye la arquitecta.


Fuente: UTFSM / Comunicaciones - 21/09/2009


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