Según explicó Eliana Sánchez, docente de la Carrera de Técnico Universitario en Control del Medio Ambiente de la Sede Viña del Mar de la Universidad Santa María, la posibilidad de acceder a napas subterráneas profundas estaría fuera del alcance de los pequeños agricultores de la Provincia de Petorca
Un crudo panorama viven en la actualidad los habitantes de la provincia de Petorca, decretada zona de catástrofe a causa de la situación de sequía que afecta a estas y otras zonas del país y que ha generado la disminución de los embalses a niveles preocupantes.
Ante esta grave carencia, una de las medidas más socorridas ha sido históricamente la creación de norias, utilizadas no sólo por agricultores para el riego de sus campos y la crianza de animales sino también para el uso doméstico. Sin embargo, al igual que los embalses de la zona, estas fuentes
alternativas se están agotando y encontrar opciones que permitan el acceso a agua apta para el consumo se ha vuelto una tarea cada vez más compleja.
La docente de la Carrera de Técnico Universitario en Control del Medio Ambiente de la Sede Viña del Mar de la Universidad Santa María, Eliana Sánchez, explicó que tras agotarse las fuentes subterráneas superficiales no queda otra opción que impulsar iniciativas que posibiliten el acceso a otras fuentes más profundas. “El ciclo del agua implica su acumulación en glaciares y cumbres cordilleranas. La que no corre por la superficie se infiltra en capas más profundas y es la que se acumula en pozos. Sin embargo, las napas que se encuentran más cercanas a la superficie se han agotado y, ante ello, la única opción es construir pozos que alcancen mayor profundidad de manera de acceder a nuevas fuentes de agua de este tipo”.
“Estas napas pueden estar localizadas a decenas o centenares de metros de profundidad, por lo que el acceso a ellas implica el uso
de tecnología de alto costo económico, que sólo estaría al alcance de la gran empresa y no del pequeño agricultor; estos últimos requierennecesariamente de apoyo económico y técnico del Estado”, agregó la docente de la Sede Viña del Mar.
Sánchez va más allá de la situación actual y plantea que la problemática de fondo implica un accionar que no se limite a las situaciones de emergencia. “En nuestra cultura siempre se ha esperado que las lluvias y las nevazones solucionen los problemas, alimentando a los ríos y llenando los embalses y no se persiguen acciones que impliquen una estrategia racional de mantención de este recurso”, expresó la profesora de la USM.
La docente recalcó que“aunque se dice mucho, se olvida fácilmente que el agua es un recurso escaso que necesita protección y uso responsable. El agua dulce de la que disponemos los humanos y la vida animal y vegetal no supera el 0,7 % del agua que hay en todo el planeta”.
Fuente: UTFSM / Comunicaciones - 03/04/2012
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