Roberto Olave, Ingeniero Ambiental del CEARS, estará seis meses en Europa interiorizándose en ambos temas, para ver cómo replicarlos en nuestro país y, específicamente, en la Casa de Estudios.
Una pasantía por seis meses en Alemania es la que acaba de obtener el Ingeniero Ambiental Roberto Olave, miembro estable del staff del Centro de Economía y Administración de Residuos Sólidos (CEARS) de la Universidad Santa María.
La beca, que nace del Ministerio de Energía y CORFO y se administra a través de Conicyt, está orientada a profesionales del sector público y privado que trabajen en temas relacionados con las energías, y en este ítem específico, se trata de un fondo dirigido a las Energías Renovables No Convencionales (ERNC).
Roberto cuenta que el centro dirigido por el Profesor Gerd Reinke decidió postularlo al ver
qué calzaba con el perfil profesional, pero que nunca se generó muchas expectativas respecto a la posible adjudicación de la beca. “Después nos pusimos a trabajar en otros proyectos que fueron saliendo, por ejemplo, el que nos adjudicamos con los Fondos de Innovación para la Competitividad(FIC), que tiene que ver con la revalorización de los residuos en base a la producción de energía, produciendo gas o electricidad.. También nos adjudicamos un Proyecto con la Municipalidad de Valparaíso. Y bueno, de la beca como que me olvidé un poco”.
Hasta que lo llamaron en diciembre para contarle que estaba seleccionado. Recibió el respaldo de la Dirección General de Investigación y Postgrado (DGIP) de la Universidad a través de su director general, Alexander Quaas, y el 31 de mayo parte a Alemania, donde su visita tendrá dos objetivos.
Doble objetivo
El primero será en línea con lo que está haciendo el CEARS en materia de manejo de residuos sólidos. Irá a Finsterwalder Uwelttechnik GmbH & Co.,
donde llevan más de una década procesando la basura para obtener energías limpias. “Voy específicamente a aprender el proceso, cómo funciona y cómo podríamos replicar ese tipo de generación eléctrica acá en Chile. Aunque nuestro país hoy está en la OCDE, con los beneficios que ello implica, también ha acarreado problemas, porque tenemos que equipararnos hacia arriba; que ellos lo hagan hacia abajo no tendría sentido. Entonces, una de las cosas que nos exigen para que el BID dé los financiamientos comprometidos para proyectos es que nos pongamos al día en temas ambientales. Y en la región una de esas debilidades es el manejo de los residuos. Situación que quedó de manifiesto en el Proyecto Regional que el centro acaba de terminar”, explica.
Olave agrega que la biodigestión, el reutilizarlos como fuente energética es la tendencia que lidera en el extranjero. “La idea es ver cómo funciona la tecnología y cómo lograr la transferencia tecnológica. Conocer las barreras que tuvieron, cómo las sortearon,
cuáles podrían ser las nuestras y cómo las removeríamos. Adaptar la tecnología a nuestra realidad local”, sostiene. La ventaja es que la USM tiene un convenio con Finsterwalder para estos efectos.
La otra parada será en el Geothermiezentrum de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Bochum. Allí poseen un Centro de Geotermia que estudia y desarrolla tecnologías para el aprovechamiento energético de fuentes de Baja Entalpía, que es aquella que extrae calor de la tierra para procesos acotados a la realidad cotidiana, para producir transferencia de calor geotérmico a nivel de usuario, calentar un edificio por sistemas de HVAC, por ejemplo. Lo opuesto, la Alta Entalpía, sería para proveer de electricidad al SIC, a una mina, por ejemplo, a gran escala.
“Por decreto presidencial existen desde 2008 convenios de cooperación entre Chile y Alemania en materia de ERNC. Y dentro de ese marco, hay un convenio extra entre ambas universidades para que se replique ese centro de geotermia en Chile”, cuenta
Olave. “Ellos tienen la tecnología y la experticia, pero nosotros contamos con la energía potencial, el calor de un país volcánico; lo que ellos no tienen allá, a nosotros nos sobra, y viceversa. Ese intercambio es clave. La idea es entonces reforzar esos lazos de cooperación, aprender los procesos a modo general y específico, cómo implementarlos, mantenerlos, y entender cuáles serían nuestras ventajas comparativas y debilidades al traer el centro e implementarlo en la USM”.
Respecto a sus expectativas, dice que “como profesional, nunca fueron muy claras, en el sentido de que no tenía una experticia específica, hasta que me acerqué al tema de las energías y me fui adentrando en este tema. Y hoy por hoy está la necesidad clara de tener la masa crítica y práctica en esta área que todavía no están lo suficientemente desarrolladas en el país. Por eso, mi proyección no tiene que ver solamente con desarrollarme en el nicho profesional que encontré, sino poder aportarme a mí mismo y al país en algo que se
necesita, que es creo lo que buscamos todos: ser útiles más allá de un número”.
Fuente: UNIVERSIDAD TECNICA FEDERICO SANTA MARIA / Comunicaciones - 11/01/2012
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