Ulrich Teichler, de la Universidad de Kassel (Alemania), entregó sus recomendaciones para mejorar la transición entre el mundo universitario y el del trabajo.
Ulrich Teichler, profesor del Centro Internacional de Investigación sobre Educación Superior (INCHER-Kassel) de la Universidad de Kassel (Alemania) y experto en el ámbito de la inserción laboral, fue el invitado especial de la 1ª Bienal de Educación Superior y Mundo del Trabajo, que se realizó en la Universidad Santa María los días 15 y 16 de marzo.
El experto germano elogió la actividad, organizada por la Red de Ex Alumnos, a través del Centro de Inserción Laboral de la Universidad en conjunto con la Universidad de Talca. “Ambas casas de estudios tienen opiniones muy fuertes sobre el tema, al igual que otras universidades que vinieron, pero todos estamos discutiendo acerca de
lo mismo: cómo mostrarles a los alumnos cómo es la vida después de la universidad, mientras aún están en ella”, comentó.
Teichler, pionero en la realización de un estudio sobre inserción laboral a nivel internacional, que incluyó 12 países, aclaró que aunque no ha hecho investigaciones específicas en Chile o Latinoamérica, tiene conocimiento de que los latinos suelen sentirse satisfechos con la labor de sus universidades a la hora de insertarse en el campo laboral. “Pero, por otro lado, muchos ex alumnos de esta región van a Alemania, por ejemplo, y perciben que allá hacen mucho más que en su país”, distinguió. “Ellos comparan y es mucho mejor para un estudio contar con gente que tiene una referencia para poder hacerlo, porque entonces luego yo consulto con los expertos de cada país qué significa todo eso. Y los expertos dicen que los estudiantes europeos tienen expectativas más altas que los de otras partes del mundo respecto a su preparación universitaria para el mundo laboral”.
El académico
subrayó que “en Latinoamérica alguna gente puede agradecer haber llegado a la universidad, a ese nivel, pero no hay mayor cuestionamiento ni autocrítica. El logro de haber entrado ya les parece mucho, entonces se conforman más que en otros países”.
El camino a seguir
Respecto a los lineamientos que nuestras universidades deberían seguir para mejorar la situación, Teichler destacó que “desde los primeros años deben contar con profesionales que puedan conversar con los alumnos para guiarlos y ayudarlos a averiguar qué esperan realmente de la vida”, añadiendo que “también deberían hacer una encuesta de graduados para tener una retroalimentación con los ex alumnos de hace cinco o diez años y ver en qué forma hay que modificar las mallas curriculares, tomando en cuenta la opinión en retrospectiva de ellos”.
Asimismo, enfatizó la importancia de “tener gente que pueda asistir a los egresados en su transición al mundo laboral, entregándoles información y ofertas, por ejemplo. Muchos dicen que
estos profesionales también deberían enseñarles a los alumnos cómo es el proceso de selección. Por ejemplo, en Alemania tenemos muy buenos ingenieros, expertos en su campo, pero no tienen las habilidades comunicacionales para enfrentar una entrevista de trabajo. Y deberían obtener un buen puesto”. Paralelamente, reconoció que estos no son procesos automáticos y que incluso hay riesgos. “Muchos centros de inserción laboral quieren vender los malos alumnos a las empresas. No es algo para enorgullecerse, pero honestamente pasa a menudo. Y si la universidad no ayuda, también ocurrirá que los alumnos van a obtener trabajos que estarán por debajo de sus capacidades”, puntualizó.
Fuente: UNIVERSIDAD TéCNICA FEDERICO SANTA MARíA / Comunicaciones - 17/03/2011
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