Emprendimiento: cuando no se logra el éxito esperado

Emprendimiento: cuando no se logra el éxito esperado

El emprendimiento como práctica innovadora es uno de los pilares del proyecto educativo de la Universidad Técnica Federico Santa María. Contribuye a dinamizar los procesos productivos a partir de la exploración de nuevos saberes que, puestos en práctica mediante el diseño y ejecución de proyectos, se transforman en importantes desafíos aportando a diversificar el sector productivo.

El incentivo al emprendimiento ha significado la conformación de un mercado de emprendedores que se ha masificado y diversificado con el tiempo. Es una alternativa también ante la búsqueda de oportunidades que no necesariamente se pueden encontrar en los espacios formales de trabajo.

Sin embargo, un estudio realizado en Valparaíso demostró que la mitad de las empresas creadas en la región fracasan al primer año, y al cuarto solo un 25% de estas logra sobrevivir, esto considerando que gracias al Registro de Empresas y Sociedades (RES), tan solo en 2015 se han creado 1.448 emprendimientos. Las razones serían múltiples, entre las cuales destacan el complejo acceso a los recursos, así como condicionantes tales como capacitación y asistencia técnica.

Jaime González, egresado de la USM Viña del Mar de la carrera Técnico Universitario en Electrónica y fundador de Housenovo Co-Working –un ecosistema diseñado para emprendedores en Viña del Mar–, se refirió a estos obstáculos que debe superar cualquier emprendedor. Se muestra inquieto, aún más cuando otro estudio realizado por el Centro de Ingeniería de Mercados del Departamento de Industrias de la USM, dio cuenta de una tendencia al alza en aquellos emprendimientos que tienen como motivo la necesidad (es decir falta de opciones en el mercado laboral) y no la oportunidad.

Al respecto, Jaime expresa con preocupación que “sí, es una tremenda noticia”. No obstante, considera que “por un lado es muy bueno ya que el emprendimiento es un ejercicio que definitivamente no es para todos, pero en la medida que hay más gente emprendiendo, habrá más casos de éxito”.

Ahora bien, también cree que “esto de los emprendimientos por necesidad tiene su ventaja, ya que el emprendedor estará comprometido con que el negocio funcione tanto para él como para quienes lo rodean. De hecho, las cifras indican que la mayor tasa de empleos es generada por PYMES, así que mientras más emprendimientos nazcan y logren establecerse en el mercado, más y mejores opciones de empleo habrá para todos los chilenos. Y esto es riquísimo, pues así iremos viendo y contribuyendo todos a que el país crezca y se desarrolle”.

Clave: el trabajo colaborativo

Los ecosistemas de emprendimiento se fortalecerían en la medida que hubiese mayor cantidad de personas emprendiendo, generando redes de contacto y experiencias que recoger para nutririse de nuevos aprendizajes, siempre priorizando el trabajo colaborativo. En ese sentido, Jaime González explica que “la única forma de que un emprendedor en un ecosistema así fracase, es que decida trabajar solo. Hoy en día requieres estar en red y contacto con todo lo que sucede a tu alrededor, sobre todo con quienes están actuando en la misma dirección que tú”.

Por ejemplo, agrega, “si un emprendedor toma este camino solo y no comparte con los demás emprendedores, lo más probable es que fracase. Pero uno que aproveche este ecosistema creciente para generar alianzas, redes de contacto y de apoyo, saldrá a flote muy pronto y armará negocios mucho más robustos. Y de hecho, si hace eso mirando hacia afuera y generando alianzas con los emprendedores del mundo, ese negocio será muy probablemente una empresa de éxito”, afirma.

En cuanto a los tipos de emprendimientos, Jaime González considera que “desde nuestro punto de vista los emprendimientos dinámicos son mucho más propensos a fracasar, porque en general tienen un modelo de negocios basados en la venta de un producto o servicio específico, y ese es, en general, el grave error”.

Esto porque hoy el foco debería centrarse en el desarrollo de soluciones pensando en los aportes que puedan entregar a la superación de problemáticas. De esta forma, el emprendimiento dinámico sería capaz de pivotear y adaptarse, en la medida que logre desarrollar problemas que son reales para el cliente, puesto que “lo que hace que la mayoría de los emprendimientos fracasen, es que resuelven problemas que solo están en su cabeza, y no son dolores reales de sus clientes, y ya una vez que han logrado validar el problema y lanzar el negocio, es vital la capacidad de orquestar el funcionamiento de su equipo de trabajo, y darle el valor adecuado al producto o servicio para monetizar correctamente la oportunidad”, detalla.

Herramientas para el éxito

En cuanto a la importancia de contar con herramientas de capacitación y asistencia técnica, para Jaime González existen dos herramientas fundamentales: alinear la visión de vida del emprendedor en relación a su emprendimiento y demostrarle, además, que es capaz de obtener resultados sorprendentes.

Uno de los desafíos sería poder superar la vulnerabilidad de algunos emprendedores que, pese a la asistencia técnica y facilidades legales, desisten de sus iniciativas cuando no consiguen los logros esperados. Una de las causas de esto pasa por la falta de claridad respecto a los objetivos que se persiguen, ya que “algunos solo lo hacen porque creen que tuvieron una buena idea, o solo buscan ganar dinero, y ellos se desilusionan rápidamente cuando no les resulta al principio y terminan buscando un trabajo estable”. No así otros, “que lo hacen por libertad, por fomentar la educación, por disminuir las brechas sociales, por imaginar un mundo mejor, y ellos no van a desfallecer con los fracasos, al contrario, van a aprender y reinventarse las veces que sea necesario, hasta conseguir cumplir con esa visión. Si no les resulta de una forma, van a probar otra, y así hasta lograrlo”, sostuvo.

Para terminar, Jaime González advierte que “como está de moda el "emprendimiento", también está de moda el asistencialismo y darle todo gratis a los emprendedores para que hagan sus empresas, y ese es un error tremendo. Esto es algo complejo de entender, pero básicamente lo que pienso es que cuando el emprendedor tiene necesidad de un taller y llega alguien y se lo da gratis, en otras palabras lo que esta persona le está diciendo, es no creo que seas capaz de generar el dinero para pagar esto. Entonces, si el emprendedor no se cree capaz de buscar opciones para generar la plata que vale un taller que le será de utilidad, ¿cómo va a darse cuenta que es capaz de generar un emprendimiento que sea rentable, le permita vivir y dar trabajo a otras personas?”, finaliza.

Fuente: SEDE VIñA DEL MAR / Universidad Técnica Federico Santa María - 12/08/2015