La actividad llamada “Tolerancia a la diversidad cultural” fue organizada por la Fundación de Integración Latinoamericana (ARA) y la Universidad Técnica Federico Santa María con la intención de comprender la necesidad de una cultura de paz en el mundo globalizado.
Fundamentalismo religioso, integración de los pueblos originarios y la experiencia latinoamericana en el contexto de globalización fueron algunos de los temas que Francisco Borja Ceballos, Embajador de Ecuador y Abdelkader Chaui Ludie, Embajador del Reino de Marruecos, abordaron en la conferencia “Tolerancia a la diversidad cultural” desarrollada en la Casa Central de la Universidad Técnica Federico Santa María.
El contexto de la actividad, organizada por la Fundación de Integración Latinoamericana (ARA) y el profesor del Departamento de Informática de la USM, Lautaro Guerra, se basa en la idea de un mundo que desarrolle la
paz integrando sus minorías, promoviendo valores de tolerancia, respeto y justicia, parte esencial de la democracia moderna. Atentos a los peligros del ciudadano moderno y su enfrentamiento con la sociedad de masas, los invitados marcaron la pauta exponiendo su experiencia diplomática en el campo de la diversidad cultural.
“Ecuador es quizás el país latinoamericano donde mejor están organizados los pueblos originarios. Siendo uno de los dos países que constitucionalmente reconoce sus indígenas con más de 32 culturas originarias de las más diferentes raíces, todavía existen pueblos que no conocen el hombre blanco”, comentó el Embajador Francisco Borja Ceballos.
Por su parte, su símil marroquí fomentó la necesidad del diálogo cultural como posibilidad de tolerancia religiosa y enriquecimiento de la diversidad de los países musulmanes. “La capacidad de reconocer al vecino como un otro diferente, respetando sus opciones en un clima de paz, son esenciales para el desarrollo de países de ascendencia
árabe”, dijo al respecto, Abdelkader Chaui Ludie.
Centrándose en la necesidad del desarrollo de una sociedad abierta capaz de generar el ambiente indicado para el respeto individual, célula de la diversidad y tolerancia de los pueblos, los dos expositores esbozaron valores esenciales urgentes para la evolución de países en vías de desarrollo.
“Lo más importante es la resolución de los derechos humanos, base legal que fundamenta la sociedad en que vivimos permitiendo una base para la diversidad y tolerancia”, sostuvo el Embajador de Marruecos, sumándose a su colega de Ecuador, colocando su énfasis en la necesidad de una legislación acorde a las necesidades de cada pueblo.
El encuentro ayudó a comprender la problemática que confronta civilizaciones por sus diferencias religiosas en distintos puntos del planeta. Una cultura de la paz, más allá de las guerras declaradas, son fundamentales para el desarrollo de la nueva cultural global abierta que respete y se nutra de las diferencias que
la componen.
Fuente: UTFSM / Comunicaciones - 11/11/2010
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