“El auto usado sigue siendo una buena alternativa”

“El auto usado sigue siendo una buena alternativa”

Tener un auto “nuevecito de paquete” debe ser uno de los sueños más recurrentes en la mente de los chilenos. Y así lo comprueban las estadísticas, pues la venta de vehículos nuevos en nuestro país experimentó un alza de un 89% para el primer semestre del año, con un total de 125.155 automóviles comercializados a la fecha, contra 66.368 transados durante el mismo periodo del año 2009.

Eugenio Espinosa, profesor de la carrera Técnico Universitario en Mecánica Automotriz de la Universidad Técnica Federico Santa María, Sede Viña del Mar, se hace cargo de dicha tendencia y entrega algunos consejos para

tomar la mejor decisión tanto para la seguridad de los usuarios, como para el bolsillo.

Así, lo primero que advierte es que “como todo bien de consumo, hay que analizar la necesidad de adquirirlo y el uso que pretende darle. Incluso, siendo más racional, considerar la alternativa a éste, es decir, si la excusa es salir de vez en cuando de madrugada, quizás un radiotaxi es considerablemente más conveniente”.

Si ya analizado esto las respuestas resultan en favor de la compra, el docente aclara que “si bien el auto nuevo entrega el respaldo de que no tendrá fallas en los primeros momentos, y que en caso de presentarse serán atendidas por el vendedor, siempre es bueno considerar los autos usados, que siguen siendo una buena alternativa, especialmente ahora que el parque automotriz se está renovando muy rápidamente, donde los autos se venden con entre cero y cinco años de uso”.

Pero si el sueño sigue siendo el cero kilómetro, Espinosa insiste en poner hincapié en la necesidad. Con esto, una

persona que requiere el vehículo para trasladarse por la ciudad encontrará la mejor alternativa en un citycar, mientras que aquellos con necesidades especiales (como transporte de volumen) deberán optar por otras características.

“Pese a que el estándar de los autos que llegan a Chile es bastante alto, una de las cosas en las que vale la pena invertir es en la seguridad activa del vehículo, es decir, frenos ABS, airbag, elementos que permitan llevar el control en todo momento, como asistencia en la dirección y frenada, o sistemas que tengan una combinación de ello. En lo posible desechar alternativas que impliquen el gasto en exceso sin tener justificación para ello”, dice el experto.

El gasto de combustible es otra de las variables de elección. “Hay mucha gente que circula con vehículos que son para llevar gran cantidad de pasajeros, y anda sola. Lo razonable es tener un city car, que gastará del orden de los cuatro litros por cada 100 kilómetros, y no uno que consumirá entre 1,5 y 2 lts.

por km.”, establece.

Hay que considerar también que un automóvil de mayor costo inicial tiene todos los servicios más caros, desde los permisos de circulación en adelante. Frente a eso, “el costo del vehículo es una cosa, pero los consumos, mantenimientos, autorizaciones para circular y seguros son más altos. Uno se puede encontrar con que al final de su vida útil, un vehículo ha consumido en total una cantidad de recursos que equivale entre cuatro y seis veces su costo en vitrina”, explica el profesor.

Además agrega: “Es frecuente ver autos estacionados afuera de las viviendas y que son más caros que la casa. Una relación básica que se debería tener en consideración es que el auto no cueste más allá del 25% del valor del inmueble, sino hay una desproporción preocupante”.

Sobre la oferta actual, Espinosa asegura que “en el mercado hay una buena muestra de alternativas, que primero han pasado por un proceso de certificación bastante riguroso en nuestro país. En la mayoría de los casos la

diferencia radica en el servicio que se pueda dar a esos autos, más allá de los modelos o marcas”.

Fuente: UNIVERSIDAD SANTA MARíA / Dirección General de Comunicaciones - 08/07/2010