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UNIVERSIDAD TéCNICA FEDERICO SANTA MARíA, SEDE VIñ | 2010

Docente USM entrega recomendaciones para prevenir accidentes

El hogar es considerado por muchos como un lugar seguro y, es precisamente allí, donde se concentran importantes probabilidades de tener un accidente. En este sentido Rodrigo Domínguez, Docente del Departamento de Construcción y Prevención de Riesgos de la Sede Viña del Mar asegura que la única forma de prevenirlos es saber cuándo, cómo y dónde pueden ocurrir y, así tomar medidas que convertirán el hogar en un lugar más seguro.

Docente USM entrega recomendaciones para prevenir accidentes
Comunicado de prensa

Docente USM entrega recomendaciones para prevenir accidentes

En el hogar ocurren accidentes a diario y como resultado de aquello pueden presentarse desde heridas leves hasta lesiones muy graves, incluso la muerte. Rodrigo Domínguez, Docente del Departamento de Construcción y Prevención de Riesgos de la Sede Viña del Mar de la Universidad Técnica Federico Santa María entrega algunas recomendaciones para evitar accidentes en el hogar.

Dominguez indicó que “la

seguridad en la vivienda comienza con prevenir y resguardar posibles situaciones, condiciones o acciones que generen peligro. Los accidentes se pueden prevenir en la medida que se puedan identificar eficazmente los peligros. El peligro, como lo entienden los expertos en Prevención, corresponde a una fuente de daño que puede llegar a causar la muerte y, en este sentido, es fundamental tener en cuenta tres elementos: la situación, que se asocia más bien a un aspecto climatológico; la condición, que corresponde al espacio geográfico en el que habitamos; y por último, la acción, que se relaciona con lo que hace el usuario en el hogar. Teniendo esto claro, uno puede identificar los peligros presentes en la casa con mayor exactitud y una vez identificados, se pueden corregir las condiciones y actos fuera de estándar”.

Agregó que “debemos asegurarnos de que las instalaciones de electricidad y gas estén de acuerdo a la normas, no sobrecargar los enchufes con demasiados aparatos, evitar improvisar empalmes

utilizando cinta adhesiva para ello y no enchufar artefactos eléctricos a adaptadores. Cada vez que se termine de cocinar, hay que asegurarse de apagar todos los quemadores utilizados, cocinar con las ollas tapadas y evitando que la llama sobresalga de la base de la olla, manteniendo alejados del sector a niños y animales domésticos. Asimismo, no se debe colocar ningún objeto inflamable sobre superficies que puedan calentarse, como el horno eléctrico y ante la sospecha de una fuga de gas cerrar la llave de paso, ventilar el lugar y llamar de inmediato a la compañía pertinente”.

“Si hay niños en el hogar, colocar tapas plásticas en los enchufes, enseñando a los hijos a no tocar salidas de electricidad y todo aparato que funcione con energía eléctrica. Es muy importante que al desenchufar un aparato, no se tire del cable, y se tome de la ficha para desconectarlo. Nunca conectar aparatos mojados. El calefón, por tratarse de un aparato riesgoso, se debe revisar y limpiar de acuerdo a las indicaciones del

fabricante, al menos una vez al año y no se deben tapar los canales de ventilación donde están ubicados artefactos a gas, ya que permiten la renovación del aire y obstruirlo pone en riesgo la vida de quienes habitan la vivienda”, puntualizó el docente.

El profesor indicó que “los incendios generalmente están relacionados con el uso de artefactos eléctricos y de calefacción, por lo que en el caso de los edificios debe haber extintores en cada piso, en las calderas y sala de máquinas de los ascensores, un sistema de red húmeda y sensores de humo. En el caso de las casas se recomienda tener un extintor de polvo químico mayor de 5 kg., no utilizar en forma prolongada estufas a parafina y gas, ni encender estufas por las noches mientras la familia duerme”.

Además, sostuvo que “es recomendable mantener el suelo libre de obstáculos, instalar gomas antideslizante en lugares resbaladizos, si hay escaleras, iluminarlas bien y cerciorarse que la barandilla tenga una altura no inferior a 90 cm. y pasamanos;

que las ventanas que se encuentran a menos de un metro del suelo se protejan con barandillas, rejas u otros, para impedir la caída de personas, en particular de niños y adultos mayores, pues son ellos quienes presentan más inestabilidad en su desplazamiento”.


Fuente: UNIVERSIDAD TéCNICA FEDERICO SANTA MARíA, SEDE VIñ / Luisa Oromí Cabezas - 01/07/2010


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