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UTFSM | 2013

Alumnos de la USM proponen sistema constructivo flexible y sustentable

Utilizando polietileno biodegradable y la técnica de rotomoldeado, su idea es abrir espacio a un tipo de arquitectura que busca soluciones personalizadas ante situaciones contingentes.

Alumnos de la USM proponen sistema constructivo flexible y sustentable
Comunicado de prensa

Alumnos de la USM proponen sistema constructivo flexible y sustentable

“El proyecto parte por la interrogante de cómo lograr un nuevo sistema constructivo que naciese de la transferencia tecnológica desde un proceso de producción industrial hacia los procesos constructivos de un espacio habitable de pequeña escala”, así define Alejandro Pérez, egresado de Arquitectura de la Universidad Santa María, las implicancias del proyecto “RESURO” (Refugios Sustentables Rotomoldeados), en que trabaja junto a Miguel González, egresado de Ingeniería Civil Industrial del plantel.

Los estudiantes se plantearon desde un inicio la posibilidad de crear espacios configurables por el usuario, utilizando la técnica del rotomoldeo, en la que se trabaja con un molde metálico que se rellena con polvo de polietileno, que luego una maquina somete a alta temperatura mientras lo hace rotar, “por lo que todo el material se derrite y distribuye homogéneamente por la cara del molde, lo que da como resultado un comportamiento estructural superior a lo que sería ir pegando partes, unas con otras”, indica Alejandro Pérez.

Diseñaron dos componentes estructurales; uno que funciona como elemento envolvente de un espacio habitable al unirse entre sí, y el otro que sirve de tabique divisorio entre espacios interiores. Todas las piezas están diseñadas para que calcen de manera que no se necesite conocimiento previo para poder realizar el armado. “Otra ventaja que tiene es que es totalmente lavable, desarmable y reutilizable, además debido a su geometría son altamente transportables y compactos. Se unen principalmente por medio de ensamble”, explica Miguel González.

“Estos componentes estructurales fueron diseñados para que, si en un momento se quiere cortar o hacer una perforación para hacer un vano de puerta o ventana, o una instalación eléctrica o sanitaria, puede cortarse con una sierra y perforarse con un taladro. El espacio interior que queda está hecho a la medida para que calce un perfil metálico galvanizado que puedes encontrar en cualquier tienda de construcción. Además es un sistema constructivo totalmente escalable, ya que sus componentes están diseñados para extender la superficie habitable en cuanto sea necesaria”, asegura Alejandro Pérez. Los estudiantes están en pleno trabajo de construcción de los moldes para la creación de los componentes estructurales, pero a futuro el objetivo es tener su propia maquinaria para rotomoldeado.

A juicio de sus creadores, el proyecto también tiene aristas sustentables, pues “el 30% de la carga de material que se utiliza (polietileno), puede provenir de plástico reciclado. Además, el modo para reciclar el polietileno que es rotomoldeado es más eficiente, ya que este proceso no somete a presión el material por lo que es más factible reincorporarlo al proceso como materia prima no degradada. También incorporamos un aditivo que permite que en el caso de que el producto final se destruya, sus restos sean biodegradables”, asevera Alejandro Pérez.

Un componente social

Pero la sustentabilidad también tiene otra variante en este proyecto que dice relación con la aplicación que le han dado a su sistema, trabajando en colaboración con el equipo de BIS (Baños Integrales Sustentables), iniciativa de un grupo de estudiantes de la USM que llevan un tiempo en la construcción de este tipo de instalaciones sanitarias en campamentos de diversas zonas del país.

“Nuestro proyecto le da un nuevo destino a un plástico que no va a estar botado en la calle o esperando por décadas a ser desintegrado en un basural. Esto tiene un destino final donde va a estar en uso y reutilización durante varios años antes de ser reintegrado al suelo como nutriente”, explica Pérez. Por su parte, Miguel González agrega que “el fuerte del proyecto no es solamente la utilización de este material. La aplicación del rotomoldeo resulta ser una innovación, ya que es ampliamente usado en la industria manufacturera pero no con este fin, ese es uno de los elementos diferenciadores de este proyecto”.

Ambos realizaron un viaje a la localidad de Navidad (en la región de O’Higgins) con el equipo de BIS, donde realizaron un levantamiento de las condiciones de las casetas sanitarias ya construidas, observando las condiciones de confort, habitabilidad, temperatura interior y humedad. Esto, con el fin de integrar los datos a su propuesta, y potenciar futuras implementaciones de su sistema.

Para los estudiantes, quienes recibieron financiamiento del Fondo del Programa de Iniciativas Estudiantiles Académicas (PIE>A) de la USM, la motivación de su trabajo es que sea un aporte desde el mundo académico, que tenga un impacto positivo para la sociedad. “Como alumno pienso que esta es una oportunidad muy favorable, pues se trata de introducir conocimiento y capital humano desde la universidad al ámbito social, algo que debería estar pasando siempre”, finaliza Alejandro Pérez.


Fuente: UTFSM / Comunicaciones - 22/01/2013


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