“Libre Albedrío” y “Torre de Babel” son algunos de los proyectos que componen el extenso currículum de esta artista, con exposiciones tanto en Chile como en el exterior.
En el marco del Programa “Exposiciones y Encuentros con el Creador”, el Departamento de Estudios Humanísticos de la Universidad Técnica Federico Santa María recibió a la destacada artista Alicia Larraín Chaux, quien expuso respecto de los principales proyectos en los que ha trabajado en el último tiempo.
En la ocasión, la Licenciada en Arte y Diseñadora pudo compartir con los estudiantes de Ingeniería su sentido creador, su metodología proyectual y las motivaciones que guían su actividad artística, concretada en instalaciones de arte, arquitectura efímera, escultura y artes gráficas. Todos estos trabajos vinculados con un tema en común: el complejo mundo del ser humano y sus problemas
actuales, que son a la vez temas de siempre.
Juan Ayala, profesor del Departamento de Estudios Humanísticos de la Universidad definió a la autora como, “una proyectista contemporánea que cuenta con clara metodología de trabajo, y cuya obra pretende responder a las inquietudes que aquejan y acongojan al hombre inserto en la ciudad moderna, ejecutando su trabajo con gran sensibilidad, cuidado formal e impronta humanista”.
Respecto al significado del diálogo con los alumnos que se generó, la artista destacó que “constituye una experiencia interesantísima y muy estimulante. Estas lecturas múltiples enriquecen la obra, otorgándole diferentes interpretaciones, miradas, opiniones y percepciones, permitiendo que la obra permanezca abierta, en constante y dinámico crecimiento, dada la interacción con el lector”.
Sus proyectos
En el año 2008, Larraín realizó la exposición denominada “Libre Albedrío” en el Museo Nacional de Bellas Artes. El proyecto, como señala su nombre, propuso
repensar la vida y la libertad desde la metáfora del laberinto. Para ello, la autora instaló una estructura metálica en la Sala Chile, invitando a los visitantes a interactuar con ella.
Esta instalación artística estuvo compuesta de cuatro componentes claves: una arquitectura que se adueñó de toda la sala de exposición; un laberinto metálico que jugó con la transparencia y la luz; una cruz del sur encargada de representar el fin del camino y la guía de la vida; y elementos gráficos murales.
A la interpretación de la obra, Juan Ayala, agregó el valor de la reflexión sobre temas tales como: “destino, opciones de vida, madurez, responsabilidad y democracia, éstos son conceptos profundos que a todo hombre y a toda mujer nos impelen en el juego de la vida”, explicó el profesor.
Durante el mismo año, la artista también trabajó en la obra “Torre de Babel” montada en la Galería Animal de Santiago, y en un proyecto para el Museo Fundación Oswaldo Guayasamín en Ecuador.
Actualmente,
su trabajo de escultura “Rueca”, que desarrolla el concepto de color luz y reflexiona sobre la tarea cotidiana y constructora, se exhibe en el Parque de las Escultoras de Providencia.
Fuente: UTFSM / Comunicaciones - 05/05/2011
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