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UNIVERSIDAD TECNICA FEDERICO SANTA MARIA | 2014

Académico USM dicta charla sobre cómo mejorar la enseñanza de la Ingeniería

Leonhard Bernold se acaba de incorporar al Departamento de Obras Civiles del Plantel, siendo dueño de una vasta trayectoria como investigador de las actividades pedagógicas y las competencias más avanzadas de profesores y alumnos en el proceso de aprendizaje de estos últimos.

Académico USM dicta charla sobre cómo mejorar la enseñanza de la Ingeniería
Comunicado de prensa

Académico USM dicta charla sobre cómo mejorar la enseñanza de la Ingeniería

Leonhard Bernold posee una amplia trayectoria como investigador de lo que ocurre en la sala de clases. Nacido en Suiza, emigró a Estados Unidos en 1982, donde se graduó como Doctor en Ingeniería Civil y Master en Ciencias en Gestión Industrial, en Georgia Tech. Desde entonces, cimentó una reconocida carrera como académico, en Maryland y North Carolina (EE.UU.), Hanyang University (Corea) y New South Wales (Australia), enfocándose no solo en tecnología avanzada en el área de la construcción, sino también en Educación en Ingeniería.

Es por eso que en el marco de su reciente incorporación al Departamento de Obras Civiles de la Universidad Técnica Federico Santa María, el experto realizó una charla organizada por la Dirección de Enseñanza y Aprendizaje del Plantel, en la cual entregó sus impresiones respecto a cómo potenciar el aprendizaje de los estudiantes. “La enseñanza y el aprendizaje son como el ying y el yang, las dos caras de una misma moneda. Es un todo”, sentencia de entrada, añadiendo que, por esto, “existen competencias de ambas partes, los profesores y los estudiantes. La ciencia se ha dedicado a formular preguntas respecto a la creatividad en este proceso”.

El académico, autor de cerca de un centenar de papers científicos, se integró en abril a la USM y en agosto comenzará su primer curso, en inglés, parte de la nueva línea que el Departamento de Obras Civiles ha abierto: Ingeniería y Gestión de la Construcción.

A la hora de relacionarse con ellos, se autodefine como un “coach”, y así lo llaman sus propios estudiantes. Su rol es el de un “entrenador”, que sirve como guía que corrige y potencia sus procesos de aprendizaje. “Ellos hacen el trabajo, y les resulta difícil, porque generalmente están acostumbrados a asumir una forma de hacer las cosas muy estandarizada y rígida, a repetir y perseguir resultados únicos, en lugar de ser creativos. Eso ocurre especialmente en las matemáticas, donde hay una sola respuesta correcta. Pero la clave es que las matemáticas, o la física, o la química, sean una herramienta para resolver un problema, no solo para buscar una respuesta única. La mayoría de los estudiantes no puede entender por qué”.

Alta deserción

Para Leonhard Bernold, hay factores para preocuparse: la Ingeniería, en países como Estados Unidos y Australia, tiene una tasa de deserción del 50% en los estudiantes de primer año. “En culturas como la de Corea, donde trabajé como académico, las mujeres no son bienvenidas en el mundo laboral en el área de la construcción; si logran terminar su carrera, después no consiguen trabajo, aunque son muy inteligentes, a veces las mejores estudiantes”, subraya.

Según el académico, esto ocurre porque el sistema en general está construido para la repetición y la estandarización. Según el Ciclo de Aprendizaje Experiencial, creado por David Kolb, este se puede dar en base a cuatro preguntas: ¿qué?, ¿cómo?, ¿por qué? y ¿qué tal si? Las dos últimas reflejan el espíritu creativo y generalmente tienden a estar asociadas a las calificaciones más bajas en países como Estados Unidos, Australia y Corea.

“En Matemáticas, se suelen hacer muchos ejercicios, mucha tarea. Porque los libros están hechos para la mayoría”, critica, mostrando un estudio que muestra la evolución de las notas entre el primer y el sexto semestre en ingeniería, que reafirma su diagnóstico. “El sistema actualmente está pensado para el alumno que estudia de los libros, sin cuestionarse qué hay detrás de los conceptos, qué utilidad tienen. Los que aplican más, van quedando rezagados y desertan. No se evalúa la creatividad, el hacerse preguntas, solo las respuestas correctas o incorrectas. Eso no está bien, hay que valorar las nuevas formas de pensar”, insiste.

No obstante, hacer grandes cambios es complejo, pues los propios estudiantes, en general, piensan que inyectar creatividad al proceso es menos eficaz que continuar la tradición. Esto, sumado a habilidades de aprendizaje deficientes en los jóvenes, como el manejo del tiempo.

La evaluación de profesores y alumnos es otro ítem clave. “No sirve de nada hacerlo una vez al semestre o al año, debe ser un proceso continuo, con retroalimentación”, clarifica. “Hay un gran aprendizaje a partir del error, pero eso se deja de lado, perdiendo un tiempo muy valioso. Es bueno hacer evaluación de pares, por ejemplo”.

Consultado sobre sus expectativas frente a la labor que inicia en la USM, no escatima en elogios. “Todo el mundo dice que los mejores estudiantes están en Chile. Conocí a un par estos días y estoy impresionado”, asevera. “Los estándares, si bien no son perfectos, son muy altos. Me encanta trabajar con los alumnos, me entusiasma llevarlos al mundo real, abrirles los ojos, acompañarlos en un proceso que puede resultarles muy dificultoso”.


Fuente: UNIVERSIDAD TECNICA FEDERICO SANTA MARIA / Comunicaciones - 17/07/2014


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