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UTFSM | 2013

11 de septiembre y el sonido de las palabras

Columna de Juan G. Ayala, profesor del Departamento de Estudios Humanísticos de la Universidad Técnica Federico Santa María.

11 de septiembre y el sonido de las palabras
Comunicado de prensa

11 de septiembre y el sonido de las palabras

La alcaldesa de Providencia Josefa Errázuriz cumplió su promesa de campaña, la calle 11 de septiembre se llamará “Nueva Providencia”. ¿Qué importancia tiene un mero cambio de nombre, cambia en algo el erario municipal, son más emprendedores, hay mayor eficiencia en la gestión?. Nada de eso, simplemente este símbolo político concreta que se es más humano. Tras el gesto administrativo hay un cobijo de humanización, hay un gesto de pedir el perdón de las víctimas a los abusos de los derechos humanos mancillados sistemáticamente, de todos y de todas, incluida toda la generación de chilenos que hoy en 2013 tiene más de 40 años de edad. El nuevo nombre debe ser un ventalle que traiga aire fresco y renovado a la convivencia comunal, pero también nacional en atención a la importancia de la comuna y de la arteria misma, pero más allá de eso está su valor simbólico, éste trasciende a la nación toda. En la sanía mental todo chileno quiere paz y convivencia, respetando las diferencias, pero nunca ahogándolas a sangre y fuego.

De la acción misma del cambio de nombre, vale decir la Denominación podemos extraer dos lecciones. Lo primero, que el valor y el peso de las palabras les viene de su condición iniciática, develadora de misterios escondidos en las propias palabras, en la resonancia del “sonido de las palabras”. En ese estallido radica su fuerza, la evocación del concepto contenido en las palabras comparece al nombrarlas, el sonido las patentiza provocando reacciones cognitivas y emocionales, las que somatizadas generan patrones de conducta. La segunda lección es el valor del nombre. Cuando nombramos algo lo dominamos, el de-nominar nos provee el dominio de la cosa nombrada, es el valor del bautizo, éste identifica, señala, da perfil y sentido. Es el dominio del nombre sobre la cosa, podemos tener relaciones con ello, sean de simpatía o de rechazo, el oyente de la palabra las calificará, pero la autoridad que debe velar por el bien común, debe cautelar que el sonido de las palabras coadyuven al bien común, al bien superior común.

En la línea del enfoque expuesto traigo a presencia la voz del Premio Nacional de Literatura Raúl Zurita, cito: “…aquello que miramos nos devuelve la mirada y nos saluda, pero no es sólo el paisaje o el espectáculo de la naturaleza, en cierto sentido esa montaña está también formada por los miles de ojos que antes que nosotros ya la han mirado. Son esos ojos, los ojos de todos los que nos han precedido los que nos miran en cada cosa que miramos. Al mirar volvemos a encontrarnos con esos seres, volvemos a verlos y a ser vistos por ellos”. Esto es lo debiera ocurrir con Nueva Providencia, antes nos miraba el dolor, que ahora miremos la esperanza.


Fuente: UTFSM / Comunicaciones - 03/07/2013


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