Los ingenieros Patricio Valenzuela, René Tapia, Michael Silva y Nicolás Greenhill fueron reconocidos por su excelencia académica y valores personales.
Los cuatro mejores titulados de las carreras de Ingeniería Civil Industrial e Ingeniería Civil Electrónica de la Universidad Técnica Federico Santa María, de las promociones 2011 y 2012, fueron reconocidos con el premio “Esfuerzo es progreso”, instituido por voluntad testamentaria de Aída Valenzuela Peña (Q.E.P.D.).
En esta oportunidad, el premio recayó en los exalumnos Patricio Valenzuela y Michael Silva, Ingenieros Civiles Electrónicos; y René Tapia y Nicolás Greenhill, Ingenieros Civiles Industriales, quienes destacaron por su excelente rendimiento y calidad humana.
La ceremonia contó con la presencia de Siegfried King –en representación de la familia King Valenzuela–; Marcello Visconti, Vicerrector Académico; Juan de la Fuente, Director General de Docencia; Mario Salgado, Director del Departamento de Electrónica; y Raúl Stegmaier, Director del Departamento de Industrias.
Marcello Visconti precisó que “los premiados no sólo destacaron por su rendimiento, sino que también por un fuerte compromiso con su autoformación y por encarnar los valores sansanos durante su estadía en nuestra aulas. Quizás el mismo compromiso que tuvo la señora Aída Valenzuela Peña al entregar desinteresadamente parte de su patrimonio para instaurar este estímulo que va en directo beneficio del desarrollo profesional de exalumnos de gran desempeño y responsabilidad”.
Por su parte, René Tapia Peñaloza, Ingeniero Civil Industrial, destacó que “estoy muy contento con este premio, que sin duda es un gran reconocimiento a todo el esfuerzo y dedicación que uno entrega al estudiar una carrera. En septiembre voy a realizar un doctorado en Hong Kong, así que parte de este premio me permitirá cubrir algunas de las necesidades que se presenten”.
Para Michael Silva Muñoz, Ingeniero Civil Electrónico, este reconocimiento fue toda una sorpresa. “No me lo esperaba y estoy muy agradecido de este premio. Para cualquier profesional es sumamente importante que se reconozca el trabajo y los buenos resultados durante la carrera”.
Cabe destacar que Aída Valenzuela nació el 12 de marzo de 1919, en Concepción. Tras titularse de enfermera trabajó en Chile, Estados Unidos y Suiza, siempre al servicio de las personas. Sus familiares la recuerdan como una persona de esfuerzo y abnegación. Viajó por el mundo y, de vuelta en Chile, promovió el conocimiento y participó activamente en el quehacer cultural de la zona.
Fuente: DIRECCIóN GENERAL DE COMUNICACIONES / Universidad Santa María - 19/03/2013
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