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UNIVERSIDAD | 2010

La Sopita: la tradicional apuesta solidaria de los Sansanos

Cada semana, desde hace más de diez años, un grupo de estudiantes de la USM recorre distintos puntos de Valparaíso para entregar un poco de abrigo a los más desposeídos.

La Sopita: la tradicional apuesta solidaria de los Sansanos
Comunicado de prensa

La Sopita: la tradicional apuesta solidaria de los Sansanos

Dejar atrás la “desesperanza aprendida” y entregar un poco de abrigo a los más desposeídos de Valparaíso, son algunos de los objetivos propuestos para este año por “La Sopita”, la ya tradicional actividad solidaria impulsada por los alumnos de la Universidad Técnica Federico Santa María y que busca sumar nuevos voluntarios y aumentar los aportes económicos que permitan beneficiar a un mayor número de sectores vulnerables.

Cada semana y desde hace más de diez años, un grupo de Sansanos recorre diversos puntos de la ciudad puerto ofreciendo un reconfortante plato de sopa o una deliciosa taza de café o leche; acompañada, por supuesto, de una siempre grata conversación. “Nos juntamos

todos los jueves en la universidad para preparar los alimentos que vamos a ofrecer. Luego nos trasladamos hasta la plaza O´Higgins y compartimos con ellos cerca de 3 horas, realizando diversas actividades, entre las que se cuentan también juegos para niños”, explican los coordinadores de La Sopita USM, Rosita Zavala y David Oróstica, estudiantes de Ingeniería Civil Ambiental e Ing. Civil Mecánica, respectivamente.

Asimismo, precisa Zavala que “cuando comenzamos, los indigentes recibieron con mucho cariño la ayuda entregada, ya que, aunque sea por algunas horas, les hacemos sentir que son parte de nuestra sociedad, la cual muchas veces los excluye. Nosotros sabemos lo importante que es para ellos ser escuchados compartir sus penas y alegrías con alguien, así como también, celebrar días importantes, como el cumpleaños, día de la madre, del niño, o la Cena de Navidad, entre otras”.

A la hora de evaluar los aspectos positivos de “La Sopita”, Oróstica destaca “el conocer realidades totalmente diferentes,

contrastarlas y reflexionar, lo cual permite dar más significado, valorar los esfuerzos y la importancia que cada uno tiene en la construcción social. Es muy enriquecedor ver como formas parte de la vida de aquellas personas, otorgando sólo cariño, ya que muchas veces, lo material pasa a segundo plano, y es más valioso que la comida llevada, un abrazo o una simple conversación”.

Por otra parte, una de las principales dificultades que detecta Zavala en la “desesperanza aprendida”, puesto que según señala, su condición de pobreza les impide pensar en la posibilidad de ascender socialmente y tener mejores oportunidades, lo que además los empuja a creer que la forma en la viven es la única a la que pueden optar. “Entristece mucho saber que las personas que están en la calle tienen mucho potencial artístico, intelectual, creativo, espiritual y laboral, que por falta de oportunidades o temor a aceptar las pocas oportunidades que se les presentan, no dan un giro a sus vidas. Es un desafío para nosotros

mostrarles el lado bueno de las cosas, brindarles algunas oportunidades y alentarlos a que salgan adelante”, aclara.

Actualmente La Sopita se realiza gracias al aporte anual de los fondos concursables de la Federación de Estudiantes de la USM, al espacio físico otorgado por el mismo plantel universitario y al significativo número de voluntarios que ya suman cerca de cuarenta alumnos pertenecientes a diversas carreras de la Casa Central, incluyendo también algunos de intercambio que se motivan a participar.


Fuente: UNIVERSIDAD / Universidad Tecnica Federico Santa Maria - 06/05/2010


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